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Actualmente, muchos productos destinados a la limpieza de los autos prometen dejarlo impecable y protegerlo contra las condiciones externas que lo ensucian, pero no todos cumplen su objetivo.
Sin embargo, la sal es un ingrediente que puede ayudar a la limpieza de los interiores, sin dañar los materiales. Y lo mejor es que es un producto que todos tenemos en casa; hoy en Autopistas te decimos cómo aprovecharlo.
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¿Cómo ayuda la sal en la limpieza del auto?
La limpieza de los interiores del auto puede representar un reto, ya que los materiales son más delicados y aquí también se encuentran circuitos eléctricos importantes; por lo que aplicar líquidos o compuestos químicos se corre el riesgo de ocasionar averías.
Por las lluvias y las condiciones climáticas, los interiores del auto se vuelven vulnerables a la humedad y, por ende, incrementa el riesgo de la oxidación. En ese sentido, expertos recomiendan el uso de productos absorbentes para evitar ambos fenómenos.
Claro ejemplo es la sal, que es un buen aliado en la limpieza y el mantenimiento de los interiores. Similar al bicarbonato de sodio, este producto es absorbente e impide la acumulación de humedad en la tapicería, en los asientos, etcétera.
Asimismo, ayuda a eliminar manchas de las alfombras y el tapizado de los asientos, detalla un articulo del Observatorio Tecnológico de Hidalgo. Por si fuera poco, tiene la capacidad de disipar olores desagradables dentro del vehículo.
En época de frío y temperaturas bajas, aplicar un poco de sal en las hendiduras y cerraduras del automóvil evitará que se congelen y tengan un desgaste prematuro.
Eso sí, es importante mencionar que la sal se debe utilizar exclusivamente en interiores y en cantidades pequeñas, ya que es corrosiva para los exteriores del carro.
¿Qué efecto tiene la sal en la carrocería?
Durante invierno, el asfalto de las carreteras se cubre por sal como medida de seguridad para evitar la formación de placas de hielo. Sin embargo, esas partículas pueden salpicar a la carrocería del auto y a las partes expuestas del motor.
La sal en la carrocería resulta corrosiva por lo que, además de rayar la pintura y los materiales, acelera la oxidación de componentes como los discos de freno, escape, ruedas, tuberías, entre otros.
Si circulaste por alguna vialidad con sal, lava tu auto con una máquina a presión para evitar que raye los exteriores del vehículo. De esa manera, reducirás el desgaste y la oxidación de autopartes, lo que representa un ahorro a largo plazo en reparaciones.
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