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“Rosy” lleva dos décadas trabajando para Ford en nuestro país. Con base en trabajo duro y su carácter de liderazgo, hace poco más de un año recibió la oportunidad de dirigir las operaciones de Lincoln.
Hoy, en el marco del Día Internacional de la Mujer , Rosangela Guerra nos cuenta como cambiaron los retos a través de su trayectoria, cuál es la situación actual de la mujer dentro de la industria mexicana desde su perspectiva y motiva a las generaciones venideras de mujeres que sueñan con tener un lugar dentro de un giro que originalmente era “sólo para hombres”.
¿Siempre fue tu meta estar en la posición donde estas hoy?
Siempre fue un sueño tener una posición directiva. Si tu me preguntas: la directora de Lincoln en México, la verdad es que no. Me parece que los retos luego los vas asumiendo a medida que se va dando tu vida y tu crecimiento.
Yo empecé a trabajar en la planta de motores de Chihuahua, ahí estuve en recursos humanos, luego en materiales y de ahí me reubico aquí en CDMX la compañía. Yo tengo 20 años con Ford y mis aspiraciones han ido cambiando con base en lo que he ido conociendo y aprendiendo en las diferentes áreas en las que he trabajado.
Obviamente esa es una visión que se ha ido afinando con el tiempo, ser la directora de Lincoln, y cumplir ese sueño de estar hoy aquí. Pero en un inicio no fue así.
¿Qué fue lo más importante en tu vida personal para construir un carácter de liderazgo?
Yo creo que las bases las aprendes en tu casa, en la educación y con los valores que te inculcan tus papás y tu familia. Y luego, cuando empiezas a trabajar en una empresa como Lincoln , encuentras valores determinados para que la organización crezca. Por ejemplo, la integridad, la resiliencia, el trabajo en equipo que son cosas que los líderes trabajamos día a día con nuestros equipos.
Así me paso cuando entré a la organización. Tuve grandes líderes y mentores que me han ayudado a forjar esas características de liderazgo que tengo desde pequeña y que me han complementado a través de los 20 años que llevo aquí.
Es algo que se construye día a día con los aprendizajes, con los retos, con los objetivos que vas logrando y eso te va haciendo cada vez más fuerte y capaz de liderar cosas más grandes.
¿Qué has aprendido a la largo de tu trayectoria en una empresa como Ford y Lincoln, y cuáles han sido tus mayores obstáculos?
He tenido retos todos los días. Los retos iniciales ahora los veo más pequeños. Cuando empecé hace 20 años que recién terminé la escuela era muy diferente. Sin duda estar en la industria automotriz, que representa el 2% del Producto Interno Bruto del país es un reto muy grande y un aliciente muy fuerte para superar cualquier obstáculo.
¿Cuál es la característica más importante de una mujer que desea destacar en esta industria?
Son dos cosas: creer en nosotras mismas, el confiar y escuchar esa voz interior que te va diciendo como actuar con base en todo lo que conoces, a tus habilidades, a tus conocimientos técnicos.
Y como segundo punto, el nunca dejar de aprender. Siempre tener esa curiosidad por leer, por estudiar una carrera, por estudiar una maestría. Yo creo que eso es clave para que las mujeres nos podamos seguir desarrollando. Y por supuesto, el apoyarnos unas a otras.
¿Cómo ves la situación de la mujer en la industria automotriz mexicana?
Creo que evolucionado mucho. Tengo la fortuna de trabajar en una compañía muy diversa donde el crecimiento se basa en el talento y las capacidades de las personas y no en una cuestión de género.
Me parece que es un tema que ha ido avanzando las mujeres, además de ser usuarias y compradoras de vehículos, estamos en puestos directivos, de ingeniería y diseño. Yo te podría decir que en el caso de Lincoln hemos tenido varias mujeres directoras de diseño de vehículos. En Ford de México hemos tenido dos presidentas mujeres y todo eso ha ido nutriendo al equipo en general porque fomentas aún más la diversidad.
¿Cómo es la situación en México comparada con otros países?
Te puedo hablar de la compañía, tuve la oportunidad de trabajar en Estados Unidos tres años y en el caso de Lincoln y Ford es muy similar. Hay oportunidades, por supuesto que la mayoría de la fuerza laboral es hombre porque son esos parámetros que tenemos desde pequeños “los coches para los niños y otras cosas son para las mujeres”.
Eso ha ido cambiando, si tu me pides comparar Estados Unidos, que es el mercado donde yo trabajé, y México cada vez hay más similitudes. Al ser una empresa global, con políticas globales y ligada con los mismos valores no hay grandes diferencias.
¿Existe el sentimiento de sororidad entre las mujeres de la industria?
Me parece que sí y que se ha ido fortaleciendo cada día. Existe un mito, que quizá fue una realidad hace algunos años, que las mujeres nos peleábamos entre nosotras y no hacíamos trabajo en equipo. Yo no veo que eso sea algo que suceda actualmente.
Hemos aprendido a apoyarnos unas a otras y a apoyar la diversidad pues no estamos hablando de un tema solo de mujeres. Hay que proteger la diversidad (de género), el balance de las vidas de todos los seres humanos entre trabajo y vida personal. Así lograr mejores resultados en la industria.
¿Qué tan importante es para la industria y el mercado de autos en México que haya más mujeres a cargo de operaciones de compañías tan importantes como Nissan, BMW, Renault y Lincoln?
Me parece que es clave. Los hombres y las mujeres no competimos, nos complementamos. Así como ellos tienes muchas cualidades, cuando tienes el liderazgo de una mujer te encuentras con otro tipo de ventajas. Nosotras somos capaces de escuchar mejor, de detectar ciertas cosas que luego se pueden convertir en grandes ideas con el equipo con el que trabajas.
Esa capacidad de escuchar y de sacar lo mejor de las personas, yo creo que las mujeres es algo que tenemos muy desarrollado.
¿Qué le dirías a una chica que sueña con estar en una posición dentro de la industria como la tuya?
Que crea en sí misma, que sí se puede. Que tome los reto, muchas veces pensamos que no estamos 100% preparadas. Si estas en esa entrevista o en esa posición es porque estás preparada. Claro que hay cosas que aprender y es un trabajo del día a día.
Seguirse superando. Nunca dejar esa curiosidad y esa capacidad de aprender. Leer y estudiar de otras cosas diferentes a la industria porque eso te nutre como persona y las relaciones con las personas que tienen relaciones contigo o con los clientes allá fuera.
