A menudo confiamos en que las llantas de nuestro auto respondan bien, pero olvidamos que requieren mantenimiento regularmente. En Autopistas, te diremos cuáles son los mitos y verdades más comunes sobre las llantas para que puedas tomar decisiones informadas y garantizar un cuidado adecuado. ¡No pongas en riesgo tu seguridad, tu bolsillo o tu vehículo!
Las llantas son uno de los elementos más importantes de tu auto. Sin embargo, los mitos que giran en torno a su mantenimiento pueden llevar a errores que comprometan su funcionamiento. Aquí te explicamos qué es cierto y qué no, para que puedas cuidar tus neumáticos y alargar su vida útil.
Cambiar tamaño de llantas o rines afecta el rendimiento del vehículo
Cierto. Los neumáticos y rines están específicamente diseñados para ajustarse a las especificaciones técnicas del vehículo. Cambiar su tamaño puede llegar a alterar elementos como la estabilidad, el consumo de combustible, la maniobrabilidad y la precisión del velocímetro. Además, puede afectar los sistemas de seguridad como el ABS y el control de tracción. Por ello, es fundamental respetar las medidas recomendadas por el fabricante del vehículo.
Inflar las llantas en su máxima capacidad es lo mejor
Falso. Inflar las llantas por encima de la presión recomendada puede causar un desgaste irregular, reduce la tracción y aumenta el riesgo de pinchazos. Las llantas cuentan con un indicador de presión máxima, pero esta no debe confundirse con la presión óptima, la cual está indicada por el fabricante del vehículo. Por si te lo preguntabas, tampoco no es necesario ajustar la presión de las llantas debido a climas cálidos, ya que los neumáticos están diseñados para soportar variaciones de temperatura. Asegúrate de medir la presión cuando las llantas estén "frías" y ajustarlas según lo indicado en el manual del vehículo o en la etiqueta interna del marco de la puerta.
Las llantas se rotan
Cierto. La rotación periódica de las llantas permite un desgaste uniforme, lo que prolonga su vida útil y mejora el rendimiento del vehículo. La frecuencia de rotación varía según el tipo de tracción del vehículo, pero generalmente se recomienda hacerlo cada 8,000 a 10,000 kilómetros. Cambiar las llantas de adelante hacia atrás (manteniendo el mismo lado) es una práctica habitual. Consultar con especialistas, para que puedan ayudarte a determinar el momento adecuado para realizar este mantenimiento y garantizar que tus neumáticos estén en óptimas condiciones.
Llantas económicas son igual de buenas que las caras
Falso. Aunque las llantas económicas pueden parecer una solución más accesible, su calidad es inferior y, a menudo conlleva una menor durabilidad, mayor consumo de combustible y menor seguridad en condiciones adversas. Optar por llantas de calidad, garantiza una mayor eficiencia y seguridad, además de representar un ahorro a largo plazo gracias a su durabilidad y capacidad para mejorar el rendimiento general del vehículo.
Los neumáticos de cambian cuando están completamente desgastados
Falso. Esperar a que los neumáticos estén completamente desgastados pone en riesgo tu seguridad y la de otros conductores. La profundidad mínima de la banda de rodadura para un rendimiento seguro es de 2/32 de pulgada (1.6 mm), según las regulaciones internacionales. Además, es importante considerar otros factores, como daños estructurales, grietas o envejecimiento del neumático, para decidir cuándo es necesario realizar el cambio. Revisar periódicamente el estado de las llantas con un profesional para mantener la seguridad vial.
Como puedes observar, con medidas simples es posible marcar la diferencia y asegurar que tanto tu auto como sus llantas se mantengan en óptimas condiciones durante más tiempo.
Esta información es proporcionada por Bridgestone, basada en un estudio que reafirma su compromiso con la seguridad y la sostenibilidad. A través de soluciones de alta calidad.
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