Uno de los mayores desafíos que presentan los autos eléctricos es el tema de la recarga de energía, especialmente en trayectos largos de carretera. Si bien, su uso diario para las actividades cotidianas puede no ser tan complejo, salir de vacaciones podría convertirse en un desafío.
La Unión Europea tiene esto en mente, y fijó un plazo para que proveedores de servicios de carga para que se extienda la red de cargadores rápidos por las carreteras de la región, con facilidad de uso para quienes lo requieran.
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Más y mejor carga
La legislación europea establece que para 2025 se debe mejorar el número de puntos de carga para autos eléctricos en carreteras, con estaciones cada 60 kilómetros a lo largo y ancho de la Unión Europea por los caminos más relevantes.
Además de ello, los proveedores deberán de aceptar carga sin contacto con tarjetas bancarias, aún cuando no se tenga una cuenta asociada a cierta empresa. Otro punto que será obligatorio es el de desarrollar un sistema que funcione en tiempo real sobre el estado y disponiblidad de los cargadores.
Se busca que sean cargadores de al menos 150 kW, para lograr recargar las baterías de autos eléctricos en menos de 30 minutos según cada vehículo. Por otro lado, la infraestructura para camiones eléctricos deberá estar disponible cada 100 kilómetros con una capacidad energética de al menos 350 kW.
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Impulso a combustibles alternativos
Además de autos eléctricos, el proyecto de la Unión Europea quiere acelerar el crecimiento de vehículos que usen combustibles alternativos, como el hidrógeno. En este sentido, se crearán “hidrolineras” cada 200 kilómetros, donde coches y transporte pesado podrá pasar a llenar el tanque.
A diferencia de la electricidad, el hidrógeno se despacha de manera prácticamente idéntica a la gasolina o el diesel, por lo que se requiere menos tiempo de espera. Sin embargo, el sistema bajo el cofre funciona mediante electricidad gracias a cambios químicos que generan agua como desperdicio.