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Manejar con música es un escenario cotidiano para todos. No importa si es desde una aplicación de celular, un CD o el radio , generalmente escuchamos algo al ir detrás del volante. Esto podría asociarse a un distractor pero, ¿será cierto?
Es difícil imaginar un viaje en carretera sin las canciones de Juan Gabriel o quizá el último sencillo de tu artista favorito. Gracias a que la mayoría de los conductores crecimos con un sistema de sonido integrado al auto, hoy en día la música no es un distractor grave, según estudios realizados por la Universidad de Groningen , en los Países Bajos.
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Un estímulo que mejora la concentración
Así como para estudiar o cocinar, el hecho de escuchar música tras el volante resultó en una mejoría para la concentración ya que genera un estímulo mental. Esto fue más notorio en un camino recto y aburrido, donde dicha Universidad experimentó con conductores a bordo de autos sin música y con música.
Por otro lado, en situaciones de tráfico se descubrió que tras reaccionar ante algún obstáculo, el cerebro inmediatamente se enfoca en mantener a la persona a salvo y el resto del sonido ambiental pasa a un segundo plano.
Seamos honestos, hay un mundo inmenso de géneros musicales que algunos podrían parecer muy intensos. Este fue otro descubrimiento de la Universidad de Groningen , pues no existe una correlación entre el tipo de música con la atención que se presta al camino. Esto debido a que cada persona escoge el género que más le gusta, y por consiguiente, más disfrutable.
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Todos le bajamos al volumen para estacionarnos
Aunque parezca chiste, absolutamente todos bajamos al volumen para estacionarnos, buscar una dirección o cuando hay que prestar más atención al camino. Tranquilo, que este es un espacio seguro y probablemente, Checo Pérez también haga lo mismo.
Si bien, suena contradictorio que la música nos estimula y ayuda a concentrar, ¿cómo es posible que para estacionarnos suceda lo contrario?
El estudio revela que este tipo de situaciones son aquellas que involucran más atención, por lo que naturalmente, el cerebro da la orden de eliminar una fuente de distracción. El motivo es que le toma mucho tiempo para alternar la atención entre dos o más tareas simultáneas y que, juntas, podrían acabar en un accidente.
Pero si de plano eres capaz de estacionarte aún con el “Noa Noa” a todo volumen, puede ser porque te encuentras en un entorno totalmente familiar y prestar atención a otros factores externos ya no es tan relevante.
De cualquier manera, el cerebro humano funciona de la misma manera y para ayudarnos a ser mejores conductores, la mayoría de sistemas de cámaras de reversa automáticamente bajan el volumen del audio para estar más atentos a nuestro alrededor.
