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"Hijole joven, para allá no voy...”, “¿No trae cambio? Es que acabo de comenzar mi día…” y muchas otras frases más han caracterizado por décadas a los taxistas en la CDMX . No obstante, conocen la ciudad de extremo a extremo y sus temas de conversación suelen ser interesantes.
Sin los taxis, la CDMX no sería lo mismo. El ganarse la vida “ruleteando” como algunos le llaman requiere de mucho esfuerzo, tiempo, conocimientos y, especialmente, evolución. Este oficio se remonta a más de 100 años atrás y hoy en día se las han visto difíciles gracias a plataformas de transporte privado, pero la nostalgia (y necesidad) de algunos usuarios los mantiene activos.
Los taxis en la CDMX han pasado por varias generaciones, algunas más icónicas que otras, pero aquí te contaremos su historia, evolución y datos curiosos sobre este medio de transporte.
A principios del siglo XX, la movilidad de los capitalinos dependía en su mayoría de transportes jalados por animales o, en algunos casos, el tranvía . Esto cambió en 1916, cuando los choferes de los tranvías entraron en huelga indefinida, lo que orilló a los ciudadanos a ingeniárselas para moverse.
La ciudad prácticamente estaba paralizada, pero un grupo de conductores de tranvía que querían seguir trabajando encontraron una solución muy improvisada. Tomaron un puñado de Ford Model T que había en el país, le removieron los asientos y comenzaron a dar servicio de transporte bajo el nombre de “Fotingos”.
Los Fotingos eran colectivos, pero resultaban ser sumamente caros para el ciudadano promedio. La huelga terminó y pudieron seguir moviéndose en tranvía, pero los Fotingos ya estaban en las calles, cimentando las bases para la gran red de taxistas que se formaría en las próximas décadas.
La década de 1950 quedó marcada, entre otras cosas, por los famosos “ Cocodrilos ”. Estos taxis usaban como base al Ford Fairlane o, en su defecto, al Chevrolet Impala. Eran autos grandes, espaciosos y sumamente cómodos para todos sus ocupantes.
Lo llamativo de estos modelos era el esquema de pintura verde con negro y triángulos blancos. Dada la semejanza con la boca del reptil, el apodo ganó popularidad entre todos los usuarios.
Para la siguiente década llegaron las famosas “ Cotorras ”. Con la presentación de modelos más pequeños al mercado mexicano, como el Dodge Plymouth, los taxis fueron evolucionando y, naturalmente, cambiaron su esquema de color.
Coexistieron con los Cocodrilos, pero las Cotorras echaban mano de tonalidades amarillas con verde. No fueron tan recordadas como los Cocodrilos, pues eran menos unidades, pero comenzaron con la tendencia de cada vez usar carrocerías más pequeñas para moverse con más facilidad por la ciudad.
En los años venideros, los taxis “ Coral ” se apoderarían de las calles del entonces Distrito Federal. El gobierno comenzaba a regular los taxis y con ello desaparecieron a los modelos pasados. El servicio privado seguía, y los taxis de sitio adoptaron este esquema de colores coral en modelos como el Renault 12.
Sin embargo, fue mediados de los 80 que el gobierno decidió implementar cambios importantes para los taxistas, esto con la finalidad de volverlo un medio de transporte más económico y alcanzable para los ciudadanos promedio.
Así llegaron los famosos “ Canarios ” la primera vez que el pueblo mexicano veía a un Vocho de arriba para abajo con un esquema de pintura amarillo con blanco. Estos pequeños autos conquistaron el corazón de los usuarios por su practicidad.
Para que los usuarios pudieran subirse más fácil, los conductores optaban por quitar el asiento del copiloto. Esto se convirtió en una característica de los taxis de la época. Los choferes amaban el uso del Vocho como taxi , pues era sumamente confiable, rendidor y resistente.
No obstante, no podemos hablar de la historia de los taxis en la CDMX sin mencionar al modelo más icónico de todos: el famoso Vochito verde . Bautizado por el gobierno como “ecológico”, este modelo de taxi es uno de los más recordados y amados por todos los capitalinos.
Apareció a mediados de los 90 con pintura verde y blanca para dar una apariencia “ecológica”. Esto solamente era una cuestión de imagen, pues todos mantenían el mismo motor a base de gasolina.
Por dentro se instalaban manijas para que los usuarios se pudieran agarrar de algún lado durante su trayecto. El taxímetro comenzaba a ser cada vez más utilizado y, por cuestiones de seguridad, debían de tener el número de unidad visible en todo momento.
Para 2008, el gobierno implementa una regla que mataría al Vocho como el taxi predilecto. A partir de ese año, todos los autos destinados al servicio de transporte privado debían de contar con un mínimo de 4 puertas y cajuela para guardar objetos voluminosos.
La mayoría de los Vochos taxis fueron relevados de sus tareas y entonces fue la llegada de los “ Ironman ”. El esquema dorado con vino se asemeja a la armadura del superheroe de Marvel y así se les conoció en su periodo de vida.
El modelo más usado era el Tsuru gracias a su confiabilidad y economía de combustible, algo que buscan los conductores para ahorrar al máximo cuando se trata de cargar gasolina.
Se implementó también la figura del Ángel en las puertas, así como el uso de un tarjetón de identificación y sellos de revisión vehicular expuestos para darle seguridad al usuario.
Finalmente, en 2014 se implementó el nuevo esquema rosa con blanco como lo conocemos en la actualidad. Se nombró cariñosamente como “ Hello Kitty ” a estos taxis. Recordemos que el color rosa se usó como una forma de luchar por la igualdad de género y derechos de las mujeres.
Los autos más usados para esta tarea ahora son el Nissan Versa (Tiida) y el Chevrolet Aveo.