El cambio de mentalidad entre generaciones es un tema de amplio espectro, que tiene diferentes ideas, posturas y opiniones en diversos temas. Esto involucra el ser dueños de un auto, tal como lo tenemos concebido desde nuestros abuelos.
Sin duda es un tema extenso, con muchas aristas, pero las tendencias muestran una manera diferente de ver los autos a comparación de otras generaciones. Factores sociales, económicos y de tipo personal son algunos de los motivos por los que esta generación prefiere no hacerse de un auto.
Para contextualizar, la generación Z es aquella nacida entre 1997 y 2005, con el Internet prácticamente en la palma de sus manos. Esto trae conductas muy diferentes al resto de generaciones, como lo es pagar por servicios digitales antes de poseer. Por ejemplo, plataformas como Spotify o Netflix son un claro ejemplo de que no es necesario tener cientos de CD’s o DVD’s para disfrutar música o películas.
Con los autos comienza a ocurrir una tendencia similar, y la industria automotriz ya tiene esto en la mira. El negocio se ramifica hacia servicios de movilidad, como Free2move en el caso de Stellantis, que ofrece autos “rentados” por horas, días o incluso meses a un costo atractivo.
Esto significa que si desean moverse por alguna ciudad, pueden decidir manejar un auto prestado bajo un concepto similar al de las EcoBicis, en CDMX. Otro factor que especialistas indican es que el costo de adquisición y propiedad de un auto es elevado, factor por el que esta generación prefiere no comprar uno y usar ese dinero en otras cosas.
En Europa existen vehículos que están diseñados tanto para adolescentes como para esas plataformas de movilidad , cosa que comienza a ser parte del cotidiano entre los jóvenes. En cambio, aquellos que están interesados en hacerse de uno, tiene todas las herramientas necesarias para conocer las características de un modelo específico además de que hoy en día, prácticamente todas las marcas tienen sistema de compra en línea , lo que pone en sintonía los valores de la generación Z con los de sus productos.
Seguramente los datos varían de acuerdo a cada región y en México, vemos el auto como un símbolo de libertad pero también de seguridad y estatus, por lo que es probable que esta tendencia no sea tan aplicable hoy en día.