En términos generales, un astronauta es alguien que tiene una relación sumamente especial con máquinas únicas. La mayoría de ellos son pilotos militares, personas amantes de la velocidad o gustosos de la adrenalina que disfrutan los ruidos fuertes y experiencias fuera de lo común.
En ese sentido, no sería de sorprendernos que aquellos hombres que se ganan la vida de esta forma, busquen un auto que refleje su personalidad cuando se encuentran descansando.
En los años 60, el coche deportivo por excelencia en Estados Unidos era el Chevrolet Corvette y todos deseaban tener uno en su garage. De igual manera, en aquella época la exploración espacial hizo que muchos niños quieran ser astronautas de grandes; tanto el Corvette como el ser astronauta eran lo más deseado de la época.
¿Cómo es que los astronautas terminaron siendo parte importante del éxito del Corvette? Te lo contamos en las siguientes líneas.
El Programa Mercurio
Mercury Programme, o Programa Mercurio por su traducción al español, era el plan de la NASA para ser los primeros en mandar al espacio a un humano. Lo lograron y el primero en observar nuestro planeta desde el espacio fue el piloto Alan Shepard.
Curiosamente, Shepard era un piloto amateur de automóviles, y tenía una pasión por los Corvettes. Llegó a Cabo Cañaveral el día del lanzamiento en un Corvette 1957 y, cuando volvió, Chevrolet lo recibió con un regalo especial.
La firma americana le regaló un Corvette 1962 blanco, mismo con el que salió en varias fotos de los periódicos. Este fue un gran anuncio para General Motors, y las personas comenzaron a relacionar a los astronautas con el deportivo de Chevrolet.
Esta unión entre astronautas y el Corvette se hizo más fuerte cuando el campeón de la Indy 500, Jim Rathmann, abrió una concesionaria de autos deportivos cerca del centro de la NASA. Ahí, Rathmann solamente vendía Corvettes y se le ocurrió una gran idea para promocionar su agencia.
Rathmann quería regalarle un Corvette a cada uno de los astronautas que habían ido al espacio: No obstante, luego de lo sucedido con Alan Shepard, la NASA no permitía que sus trabajadores aceptaran regalos por ser “trabajadores del gobierno”.
Jim Rathmann entonces diseño un esquema de “renta” especial para astronautas. Todo aquel que quisiera un Corvette , y haya estado en el espacio, podía rentar uno en su agencia por tan solo un dólar al año .
No se sabe a detalle el plan, pero se dice que General Motors fueron los de la idea. Ellos le pagaban el costo del Corvette a Rathmann para que él los pudiera rentar a solo 1 dólar, algo que es considerado como una de las estrategias de mercadotecnia más exitosas en la historia de la industria automotriz.
Esta campaña desencadenó una fiebre de Corvettes en todos lados. Incluso, los astronautas del programa Apolo 12 tuvieron sus versiones especiales, nombradas “Astrovettes”, replicadas incontables veces por fanáticos del espacio y los autos.
Esta campaña de Chevrolet terminó en 1971, cuando el gobierno obligo a Rathmann a retirar su programa especial para astronautas.