El pasado 20 de enero de 2025, Donald Trump tomó posesión como el 47° presidente de los Estados Unidos de América. Pero, ¿se moverá en un Jetta como lo hizo un ex presidente de México? En realidad, no. Su transporte oficial será un vehículo mejor conocido como “La Bestia”, equipado con la tecnología más avanzada y altos estándares de seguridad. En Autopistas te contamos todo sobre este auto y sus capacidades.
Blindaje de nivel militar
“La Bestia” fue diseñada específicamente para garantizar la seguridad del presidente, con un blindaje que la hace capaz de resistir:
- Impactos de balas de alto calibre.
- Explosiones, ataques químicos y granadas.
- Incluso misiles dirigidos.
La estructura de este vehículo está basada en la de un camión pesado y cuenta con un motor V8 de doble turbocompresor que genera hasta 300 caballos de fuerza, suficientes para mover sus 9 toneladas de peso.
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Tecnología para emergencias
El auto presidencial incorpora una serie de sistemas diseñados para enfrentar casi cualquier tipo de contingencia:
- Cámaras de visión nocturna en la parte frontal.
- Lanzadores de gas lacrimógeno y humo que se dispersan alrededor del vehículo para facilitar la huida en caso de una emboscada.
- Sistema de comunicación satelital que conecta directamente con el Pentágono en caso de emergencia.
- Suministro de oxígeno y bolsas con sangre compatible con la del presidente, listas para transfusiones.
Además, detrás de sus puertas blindadas, esconde armas como ametralladoras, listas para actuar en situaciones críticas.
Una tradición estadounidense con Cadillac
Cadillac ha sido el emblema de los autos presidenciales desde 1916, cuando Woodrow Wilson utilizó un Cadillac Serie 53 en el desfile de Boston tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, el concepto de “La Bestia” como la conocemos hoy surgió hasta el 2001, durante la presidencia de George W. Bush. Fue en ese momento cuando se le denominó oficialmente con este nombre.
El diseño actual, inspirado en el Cadillac C6, debutó en 2018 durante un viaje de Trump a Nueva York. Este modelo conserva elementos estéticos de versiones anteriores, como el Cadillac DTS usado por Barack Obama desde 2009, pero con significativas mejoras en seguridad y tecnología.
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