La transmisión automática en los autos se ha convertido en uno de los mejores aliados para el tráfico de la ciudad o para aquellos que no son tan hábiles con 3 pedales. El conductor solamente se encarga de acelerar y frenar mientras el auto hace los cambios cuando corresponden.
Aunque la comodidad de las transmisiones es insuperable, existen hábitos que podemos tener y que afectan su funcionamiento. Muchas veces, no sabemos que estamos generando un daño, pero que te compartimos para estar atentos de ello.
Lee también Cada cuánto tiempo hay que cambiar las bujías de tu auto
Qué daña una transmisión automática
A pesar de que la ingeniería ha avanzado de manera importante en cuanto a la robustez de las transmisiones automáticas, no son infalibles ante daños provenientes de un mal manejo. Estos son los más comunes:
- No usar el freno de mano: aunque al poner “P” el auto no se va, sí llega a balancearse y todo el peso del coche recae en la transmisión, cosa que con el tiempo pasará factura.
- Cambios abruptos entre marchas: pasar de “D” a “R” sin detenerse por completo o viceversa, pues los engranes y otros componentes mecánicos raspan al hacer esto.
- Hacer arrancones: muchos autos deportivos tienen el famoso Launch Control, pero si manejas un auto que no es deportivo, hacer esto obliga a tu transmisión a trabajar de más.
- Cambiar a neutral en los semáforos: las transmisiones están diseñadas para soportar la fuerza del motor incluso con el auto detenido. El cambio de "D" a neutral de manera constante solamente hará que se desgaste de manera prematura.
- No darle mantenimiento: este punto puede ser controversial, pues hay quienes dicen que las transmisiones automáticas modernas no requieren servicio. Se trata de un conjunto de piezas en constante movimiento, que llevan aceite para su funcionamiento. El trabajo que reciben en ciudad es demandante y los cambios de aceite son sugeridos cada 80 mil kilómetros, o lo que indique tu manual de propietario.
Lee también Estacionamientos públicos se harán responsables por daños a tu auto
Si eres el primer dueño del auto que manejas, puedes cambiar los hábitos que tienes para adoptar unos que impacten de menor manera en la transmisión automática y así, hacer que dure durante más kilómetros.
En cambio, si vas a comprar un auto usado que sea automático, es importante realizar una prueba de manejo para detectar cambios abruptos en los cambios de velocidad o algún comportamiento extraño. También, llevarlo con tu mecánico de confianza para una inspección más detallada ayudará a determinar su estado.