En 2018, el gobierno de Papúa Nueva Guinea decidió hacer un encargo especial a una agencia importadora de autos. El pedido eran 40 unidades Maserati que servirían como transportes oficiales para la Cumbre Económica de Asía Pacífico del 2018. Según los datos oficiales, cada auto costó 142,000 dólares y el total de la factura fue de 5.7 millones de dólares .
Lo interesante es que, según estudios económicos internacionales, Papúa Nueva Guinea es uno de los 15 países más pobres del mundo , en donde la mayoría de sus habitantes sobreviven con tan solo 1 dólar al día .
Sin embargo, no fue el alto precio de compra lo que puso en la mira al gobierno de dicho país. Lo que realmente levantó algunas cejas fue que Maserati no tiene presencia en Papúa Nueva Guinea, por lo que no se pueden registrar y, por lo tanto, no pueden ser usados de manera legal en las calles.
Según un reportaje de The Guardian, estas unidades fueron compradas a un “misterioso” importador con sede en Sri Lanka, quien mandó todas las unidades en avión, así como 3 Bentley Flying Spur que “desaparecieron” al llegar al país.
Cuando cuestionaron al gobierno sobre la compra, aclararon que solamente serían usados en la reunión y luego puestos en venta para compradores internacionales. Al día de hoy, 3 años después, solo dos unidades han sido vendidas.
Los problemas no paran ahí, pues el gobierno también importó varios autos más para ser “vehículos de apoyo” de los Maserati. Entre algunos modelos, se encuentran autos como Toyota Land Cruiser , Mazda 6 o Mitsubishi Montero.
Misteriosamente, estas unidades también desaparecieron sin explicación alguna y el gobierno no sabe nada de su paradero. “Si supiéramos dónde están, ya los habríamos recuperado para venderlos y darle el dinero al pueblo,” comentó el ministro de finanzas John Pundari.
El ejecutivo anunció que los 38 Maserati restantes serán puestos en venta por un precio de 114 mil dólares , esperando que algún comprador esté interesado. El gasto de envío será por cuenta del comprador.