Deseamos encontrar en cualquier auto atributos que casi siempre terminan siendo mutuamente excluyentes. Esta exclusión se define por la frase de “bueno, bonito y barato”... Y, de repente, ponemos nuestras manos en esta camioneta.
La potosina Terrain es fabricada por mano de obra mexicana,
pero su gestación es 100% Detroit. Los atributos usuales de la marca GMC están vivos y coleando en este producto. La marca celebra 115 años de trayectoria fabricando camionetas y ha vaciado aquí toda su experiencia. Su confiabilidad y robusta constitución es bien conocida.
Su diseño exterior logra con éxito transmitir ese carácter.
Su parrilla frontal se basa en líneas horizontales recias para en la versión SLT, mientras que en el nivel Denali se despliega en un patrón entre hexagonal extendido y malla medieval. La sensación es congruente en todo el vehículo, exterior y cabina.
Creemos que el diseño exterior es de los mejores logrados en esta generación de deportivo-utilitarias. Si tuviéramos que comparar su estética, emblemas británicos o alemanes llegarían a la mente antes que alguna referencia oriental. Esta equiparación deja muy bien parada a la Terrain, sobre todo porque ofrece un gran valor por el dinero.
La gama de precios arranca en 584 mil 900 pesos para la versión SLT
, que no tiene ni un pelo de austeridad. De hecho, la versión inicial de la gama (se denomina SL) de momento no estará disponible a la venta en México. En el nivel superior se halla la versión Denali a 641 mil 900 pesos, que ofrece además rines de 19 pulgadas y quemacocos.
Las opciones de equipamiento que, en lugar de ubicar como de ‘seguridad’, los desarrolladores prefieren denominar de ‘mejora a la conducción’, incluyen recordatorio de asiento posterior, seguidor automático de vehículo al frente, cámara de reversa, visión perimetral, asistencia de estacionamiento, detector de punto ciego lateral con alerta de cambio de carril, aviso táctil en asiento y asistente de frenado en colisión frontal a baja velocidad, además de las usuales bolsas de aire, los frenos antibloqueo y el control electrónico de estabilidad.
En sus interiores se transmite la misma atmósfera recia que el diseño exterior
. Los asientos están recubiertos en piel, y cuentan con calefactor y enfriador. Las aplicaciones metálicas a la vista en tablero y puertas son de aluminio con acabado cepillado, que le dan un aspecto dinámico y sobrio sin caer en el lenguaje del cromo, el cual está más asociado a otras marcas de la empresa, como Cadillac y Buick.
Su transmisión se controla por botones, que son una característica de esta generación, donde la posición ‘P’ de estacionamiento se activa al empujar, y los controles que ponen en movimiento el vehículo, como ‘D’ y ‘R’ se jalan hacia el conductor para generarle memoria muscular dinámica en su operación. De esta manera no se requiere bajar la vista para estar seguro de la acción a realizar.
El corazón del tren motriz es un motor turbocargado de 2.0 litros de desplazamiento con 252 caballos. La sensación del motor es de poder racional. Un manejo entusiasta no requiere empujar a fondo el pedal del acelerador, gracias a sus 260 libras-pie de torque y a la gestión electrónica de sus nueve cambios.
La Terrain no está equipada de momento con tracción integral,
pero la versión SLT que probamos, sin ser la de mayor equipamiento, cuenta con control de tracción inteligente según superficie a transitar, así como asistente de pendientes. Este control en una perilla del tablero central está convenientemente ubicada justo debajo del descansabrazos.
Robusta por marca y por ingeniería. Un factor que las armadoras cuidan hoy con mayor atención es la acústica de sus productos, tanto en insonorización interna como en el balance de amortiguación y buen tono del escape. En el caso de la Terrain llama la atención el bajo nivel del ruido que llega a entrar a la cabina aún a velocidades de crucero de 120 km/h. Las puertas cierran con un sólido tumbo, sin reverberaciones. El sonido está soportado en la versión Denali por un juego de bocinas Bose.
Un detalle interesante que nos compartió el ingeniero Rick Spina, jefe de desarrollo para la marca, es que en cierta instalación de GM en Detroit tienen un camino empedrado cuya función es, precisamente, emular las condiciones difíciles de los caminos de México y otros mercados en donde GMC tiene presencia.
En general es un producto que dará batalla a competidores que tratan de ubicarse como premium y quienes (incluso ampliamente definidos con este calificativo) han buscado incrementar su mercado ofreciendo productos más alcanzables, pero la combinación de lujo, confiabilidad, robustez y valor por el dinero que ofrece GMC será difícil de empatar.
ESPECIFICACIONES
MOTOR2.0 litros / 4 cilindros turbocargado
POTENCIA252 hp
TORQUE 260 libras-pie
TRANSMISIÓN Automática de 9 velocidades
PRECIO $584,900 (SLT) y $641,900 (Denali)