Aunque hay varios pilotos con posibilidades matemáticas de conseguir el campeonato de la Fórmula E , el francés Jean-Éric Vergne es el único que tiene el control de su destino.
El volante del DS Techeetah cuenta con 130 puntos y su más cercano rival es el brasileño Lucas Di Grassi , con 98. Sin embargo, el abanico de combinaciones es amplio porque, para bajar el telón de esta temporada, la competencia eléctrica celebra dos carreras en una misma sede: Nueva York . Una será el sábado y la otra, el domingo.
De este modo, es posible sumar hasta 58 unidades si se logran las dos victorias, las dos poles y las dos vueltas rápidas. Si Vergne quiere amarrar el título desde la primera carrera, el sábado 13, evidentemente debe llevarse la bandera a cuadros.
No obstante, también le sirve acabar segundo o tercero siempre y cuando Di Grassi no gane, no se lleve puntos extras (por pole o vuelta rápida) o que no suba al podio.
Ambas carreras en la 'Gran Manzana' comenzarán a las 15:03 horas (tiempo del centro de México).
Incluso, si Vergne tuviera una primera actuación desastrosa y abandonara, aún puede proclamarse monarca el sábado. Solo necesita rezar para que el brasileño de la escudería Audi Sport ABT no coseche más de tres unidades y que el neozelandés Mitch Evans , tercero de la clasificación, no logre más de 14... En fin, como el francés asegura: "la mayor amenaza soy yo mismo".
En teoría, la baraja de aspirantes a la corona también abarca desde Evans , piloto de Panasonic Jaguar Racing , hasta el holandés Robin Frijns , del equipo Envision Virgin Racing , sexto de la tabla con 81 unidades. Los cálculos para ellos son más que complejos.
Como motivación extra, Vergne y Di Grassi tienen la opción de convertirse en el primer bicampeón de la Fórmula E en su joven historia. El de Pontoise se adjudicó el trofeo el año pasado, mientras que el de Sao Paulo fue el rey en la campaña 2016-2017.