Después de varias semanas de disfrutar la Nissan X-Trail en distintos usos surgen algunas dudas. ¿Se justifica la diferencia de precio de la versión híbrida contra la versión sin propulsión híbrida?¿Vale la pena tener un híbrido en México?
(Primera entrega del artículo)
En lo general, en toda marca que ofrezca más de una versión de un modelo, para justificar la variación de precio entre los distintos escalones se hace énfasis en las diferencias del equipamiento y materiales. Entre el de lujo y el básico habrá comodidades que suben el precio de venta.
En el caso de comparar una versión híbrida con su equivalente en equipamiento que está impulsada solo por gasolina, el aspecto principal a considerar no es el lujo, sino los consumos. ¿Se justifica el sobreprecio únicamente por el ahorro? En este caso, para esta decisión hay más factores que el mencionado.
De entrada, difícilmente cada peso invertido en la diferencia de precios entre X-Trail Hybrid y la versión con propulsión regular van a convertirse en ahorro: hay otro motivo detrás para que un consumidor elija esta opción, porque no es una ventaja que se justifique con el puro ahorro de combustible por el sistema híbrido. ¿Cómo es esto?
Vamos a las cifras, pero primero cabe considerar lo siguiente: “En el Excel todos somos millonarios” es de las primeras frases que se enseñan en las escuelas de negocios. Y con razón: la tentación de agarrar una serie de números, asumir que todo saldrá bien y multiplicar todo por varios años parece demasiado atractiva como para dejarla pasar. El problema es que la vida real no es el Excel, en particular, la cantidad de variables que intervienen en un sistema excede los básicos iniciales. ¿A qué viene esto en una prueba de manejo de una SUV híbrida? Una razón muy particular: Justificar el sobreprecio de una versión sobre otra, apilando simplonamente números unos sobre otros, no hace sentido por sí mismo.
En la página nacional del fabricante podemos encontrar que los precios base de las X-Trail son: 595 mil 700 pesos por la Hybrid 2018 de dos filas de asientos con el equipo ofrecido en la híbrida, mientras la versión impulsada a gasolina Exclusive 2 Row , también con un par de filas de asientos, sistema de sonido Bose, cámaras de visión periférica, sensor de reversa, quemacocos y apertura de cajuela eléctrica, inicia en 516,600. Hay una versión desde 396 mil 200 pero aquí buscamos comparar peras con peras. Partimos entonces de que la diferencia entre estas versiones similarmente equipadas es de 79 mil 100 pesos.
Ahora bien, en cuanto a capacidades dinámicas la Hybrid ofrece una combinación de 140 caballos a gasolina y 40 eléctricos, con un torque 143 libras pie obtenidos del motor de combustión interna más 118 libras provenientes de la batería de recuperación. Debido a que no se obtienen al mismo momento no se suman directamente, pero para fines de la expectativa de desempeño dinámico equivaldrían a 180 hp y 253 libras-pie de par motor. Por su parte, la versión impulsada sólo por gasolina ofrece 169 caballos y 172 libras-pie. En suma, 11 caballos y 81 lb-ft de diferencia. Ese es uno de los aspectos.
¿Y el ahorro en combustible? Considerando una conducción anualizada de unos 24 mil kilómetros sugerida por el Departamento de Transporte Estados Unidos, y tomando como base los consumos promedio anunciados por el fabricante, de 17.98 Km/l de gasolina para la Hybrid y 15.04 para la versión regular, la primera implica un costo anualizado en combustible cercano a los 26 mil 900 y la segunda de 32 mil 200 pesos en combustible Premium, que en la última factura que tuve a bien solicitar estaban a 19.69 el litro. Con esto en cuenta, elegir la versión Hybrid implica un ahorro cercano a los 5 mil pesos por año: un 16 por ciento de ahorro en el consumo. Sin contar el costo de sustituir las baterías, con una diferencia de casi 80 mil pesos entre ambas versiones, el sobreprecio se pagaría en… 16 años de uso.
No decimos que no se pueda: Hay enorme cantidad de vehículos Nissan de 2002 en circulación, pero el punto es otro: Al momento de buscar más poder en un vehículo, un factor va correspondiente con otro. Usualmente cuando elegimos una versión de más poder también vamos a pagar la diferencia en la bomba de gasolina.
¿Estamos hablando entonces de una diferencia de 11 caballos y 81 libras pie de torque por 80 mil pesos de diferencia? No: Estamos hablando de un 13% de precio adicional entre la versión sólo gasolina y la híbrida, que nos brinda un 47% más de torque, obtenido con 16% menos combustible. Y se trata de torque eléctrico, el mejor tipo de torque, porque se obtiene desde cero revoluciones, por lo cual brinda al vehículo una agilidad instantánea. Esto obedece a que el poder no es gratis pero para los híbridos se obtiene de frenadas y bajadas que de otra manera sólo sería energía perdida al ambiente en forma de calor disipado por el sistema de frenado.
Aplicado a la conducción en ciudad, en el mundo real y no en Excel, es muy disfrutable la respuesta inmediata que los motores eléctricos imprimen a la X-Trail. En rebases, incorporaciones, subidas, parecería que estamos a bordo de un auto con bastantes más cilindros o que conducimos un vehículo turbo o supercargado.
Y es que dos grupos específicos, los fanáticos del desempeño que desean más poder y los ingenieros de planta buscando eficiencias, cuando necesitan elevar la capacidad de un motor sin aumentar su desplazamiento suelen tomar el recurso de la sobrealimentación. Si tratáramos por cuenta propia de obtener más poder en una SUV, tomando el ejemplo del fabricante Magnuson, aplicado a un motor 3.4 litros de otra armadora asiática, el proveedor promete gracias a uno de sus modelos más pequeños de supercargador un 25% más de potencia y torque. ¡Pero no menciona cuánto más vamos a consumir! El costo base de dicho supercargador es de 3 mil dólares, en Estados Unidos. A esto hay que añadir los costos de flete, impuestos de importación, instalación y puesta a punto, por lo que esta solución implicaría desembolsar unos 100 mil pesos de entrada, más el combustible adicional a consumir.
Esta es la fórmula de los híbridos: Más poder, con menos consumo, por un mayor precio. No por nada McLaren, Ferrari y Porsche, entre otros, han estado trabajando en modelos de elevado desempeño con plantas de poder combinadas.
En proporción, los 79 mil 100 pesos de diferencia en este estudio van a brindarnos un manejo acentuadamente más dinámico y un consumo de combustible reducido en un utilitario de uso familiar. ¿Se justifica? Como en muchas decisiones de compra, depende de las necesidades y gusto del consumidor. ¿Le gusta el aspecto, espacio interior, es fan de la marca más vendida en México, y además desea más poder? Es la opción que usted busca. Si no hubiera decisiones por gusto no habría un solo auto deportivo en este planeta.
Porque al final, si todas nuestras decisiones fueran rígidamente racionales y basadas en números nos alimentaríamos mayormente de avena con agua, como cuentan las leyendas era la costumbre de la “Bruja de Wall Street”, la millonaria Hetty Green, quien sabía cómo invertir y no era magnate sólo en el Excel.
(Tercera entrega)