Para sorpresa de muy pocos, la F1 es un deporte lleno de “huecos” en reglamentos y trucos que los equipos hacen para ser los mejores a toda costa. Esta historia no es la excepción, y en ella se involucran dos de las personas más importantes en la historia de la F1.
Hablamos de Michael Schumacher y Flavio Briatore . El primero de ellos fue siete veces campeón de la F1 y ahora está consolidado como uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. El segundo, es considerado uno de los directores de equipo más “mañosos”, con incontables trampas a su nombre.
De todas las jugadas que hizo Flavio, hay una que sin duda pasa a la historia como una de las más importantes para la F1. En 1991, ayudado de Schumacher y su representante, cambiaron la historia del deporte simplemente cambiando dos letras en un contrato.
Todo comenzó con una pelea de bar. Ahí, el piloto de F1 Bertrand Gachot, quien corría para Jordan, lastimó a un taxista con gas pimienta. Esto sucedió en Reino Unido, lugar donde está penado con prisión dicha acción.
Gachot fue condenado a 6 meses de cárcel, lo que le impidió estar en la F1 por un tiempo. Jordan decidió romper el contrato con el piloto francés, pero necesitaban un reemplazo para la temporada.
Eddie Jordan, dueño del equipo de F1, encontró en los campeonatos de turismo a un jovencito que tenía buena reputación. El tal Michael Schumacher solo tenía 22 años de edad, pero ya era piloto oficial de Mercedes en Le Mans.
Jordan voló a Schumacher a Silverstone y le realizó una prueba. Inmediatamente quedaron sorprendidos con el desempeño de Michael y lo confirmaron como su piloto para el GP de Bélgica.
No solo eso, sino que le pusieron sobre la mesa un contrato de 3 años con Jordan . Schumacher y su representante, Willi Weber, aceptaron y el papeleo comenzó. Durante este proceso, el GP de Bélgica se llevó a cabo y Michael sorprendió a todos con el mejor resultado de Jordan en todo el año.
Este desempeño lo puso bajo la mirada de Benetton , Equipo dirigido por Flavio Briatore. El ejecutivo italiano necesitaba a un joven, pues Nelson Piquet se retiraba a final de la temporada y su segundo piloto, Roberto Moreno, no era lo suficientemente bueno como para darle un título al equipo.
Briatore se acercó al representante de Schumacher y comenzó a hablar con él. Según Flavio, Jordan iba a perder los derechos de los motores Cosworth y se los quedaba Benetton.
De igual manera, Briatore comentó que Schumacher no tendría que pagar nada por correr con Benetton, algo que sin duda llamó la atención de Weber, su representante.
Cuando Weber platicó con Schumacher, ambos acordaron en que lo mejor era tomar la oportunidad que ofrecía Benetton. Sin embargo, el contrato con Jordan ya estaba avanzado y no confiaban del todo en Briatore, quien ya tenía fama de mentiroso para esa entonces.
Sin embargo, Weber, Schumacher y Briatore continuaron con lo acordado. Cuando Jordan mandó la carta de intenciones para que Michael se uniera por tres temporadas, Weber la devolvió firmada con una pequeña modificación. En la parte donde ponía que Schumacher firmaría “EL” contrato, lo cambió por “UN” contrato. Y así fue, Schumacher firmó un contrato, pero fue con Benetton y no con Jordan.
Jordan permitió que Schumacher corriera el GP aún sin haber firmado el contrato con ellos, pues no tenían idea del acuerdo hecho con Benetton. Una vez que se enteraron, Schumacher fue despedido del equipo.
El resto es historia. Si Schumacher no hubiera llegado a Benetton, la F1 no sería como la conocemos hoy en día. El alemán fue campeón con el equipo en 1994 y 1995, poniendo los cimientos de una de las mejores carreras profesionales en la historia de la F1.
“Buscábamos a un piloto joven. No teníamos dinero para contratar a Prost o a Senna y Piquet ya estaba al final de su carrera,” comentó Flavio en su momento.