Nos guste o no, el Cupra León es el último hot hatchback de volumen que se vende en nuestro país. Quizá puede haber propuestas que por forma o cifras de desempeño, se le parezcan. Sin embargo, el concepto de un compacto con desempeño y puesta a punto propia de un deportivo es exclusivo de este modelo.
Frente a este escenario, Cupra pudo haber aprovechado y ofrecer un producto que ya era exitoso por inercia del mercado. Sin embargo, en este cambio generacional, han elevado la barra para crear uno de los mejores hatchbacks deportivos de la historia.
A pesar de definirse como una firma independiente, por cuestiones de costos de producción, ciclo de diferenciación y un sentido de identificación lógica, el Cupra León conserva muchos elementos presentes en la ejecución de SEAT.
Entre ellos, el trazo general del diseño, el cual se diferencia por elementos como entradas de aire más grandes, parrilla de mayores dimensiones y materiales de mejor y distintos materiales en el interior.
Lógicamente, los elementos estéticos más identificables de los modelos Cupra están presentes en el nuevo León. Entiéndase, los logos de la marca, los acentos en cobre y tonos de pintura en terminación mate.
No obstante, la esencia diferenciadora de este modelo, frente a la propuesta de SEAT (y contra lo presente en el mercado mexicano) radica en su composición mecánica.
De inicio, el motor que está alojado en el nuevo Cupra León es un turbo de 2.0 litros que genera 300 caballos de fuerza y 295 libras-pie de torque. La transmisión es una DSG de siete velocidades.
Este conjunto de elementos mecánicos puede que no sorprenda en la frialdad del texto, sin embargo, una vez que se manejan nos hace apreciar lo que la marca española ha perfeccionado por años. Incluso, desde que eran SEAT.
Al tratarse del modelo que dio pie a la idea de diferenciar a Cupra como marca independiente, la marca puso particular atención a la experiencia de manejo. En ese sentido, el uso de la más reciente versión de la plataforma MQB en este modelo se refleja en un auto mejor plantado, que se mueve mejor en curva y que no importa si el terreno es desigual, el desempeño no se merma.
La dirección es firme y la suspensión es sumamente versátil a la necesidad del conductor y, a pesar de nunca ser incómoda, se siente como un conjunto completamente deportivo.
La transmisión es sumamente veloz y los cambios se ejecutan de manera precisa en cualquiera de las modalidades que sea programado el Cupra León.
A pesar de tener la notable capacidad de acelerar de 0 a 100 en 5,7 segundos, el mejor comportamiento se logra a altas velocidades. Sin tratarse de un auto carente de emociones, si uno se distrae, es posible que los registros de altas velocidades pasen inadvertidos.
Es decir, superar los 200 kilómetros por hora se logra sin esfuerzo alguno y esto no supone una sensación de peligro o incomodidad para el coche.
Además de las prestaciones de desempeño, la tecnología es algo que acompaña a la única versión del Cupra León que se comercializará en México. Y es que, ya sea en el interior o en las herramientas de seguridad activa, este modelo destaca en este apartado.
De serie se incluyen 10 bolsas de aire , una cabina compuesta de dos pantallas digitales con conectividad Apple CarPlay y Android, asistente por voz, cargador inalámbrico, comandos en el volante y asistentes a la conducción.
El equipamiento de este modelo es propio del nivel que ha marcado Cupra con elementos propios de un segmento premium y con una identidad propia. Es decir, los asientos son tipo cubo, la vestidura alcántara, las costuras gruesas y los acentos en cobre están presentes en este modelo.
Al igual que el SEAT León de nueva generación, el Cupra estrena un espacio más minimalista y con amplias áreas de movilidad para el conductor y copiloto.
Cómo señalamos anteriormente, Cupra venderá solo una versión de este modelo en nuestro país (por el momento), la cual tiene un costo de 684 mil 900 peso s. Este modelo ya está disponible en concesionarias de todo el país.