Uno de los dolores de cabeza más comunes al sacar tu auto, es encontrar lugar de estacionamiento preferentemente en la sombra, y es que en temporada de calor la temperatura del auto aumenta dos veces más de lo normal. Dejarlo mucho tiempo expuesto al sol, podría provocarle un envejecimiento prematuro y dañar su apariencia.
A continuación te explicamos cuál es el daño que provocan las altas temperaturas en el auto y cómo protegerlo.
El primer afectado de estar tanto tiempo bajo el sol es la pintura del vehículo, esta comienza a perder el brillo y color. Es muy habitual que los tonos como el rojo pase a ser rosa, el amarrillo sea beige o los colores oscuros (como el negro) pasen a ser tonos claros (gris).
Los faros delanteros pierden su brillo y tienden a ser opacos, lo que impide que la luz de los focos ilumine correctamente. Las luces de frenado pierden color, pasan de rojo y naranja luego a blanco; el problema es que afectará en la señalización.
En el salpicadero y la bandeja trasera se sitúan cristales muy inclinados que facilitan la entrada de radiación solar. El parabrisas es el más sensible a las altas temperaturas ya que al estar encerrado el calor podría causar una ruptura.
Además, los nuevos y complejos sistemas de infoentretenimiento pueden dejar de funcionar o sufrir daños por sobrecalentamiento . Componentes electrónicos como los procesadores o las pantallas necesitan de ambientes óptimos para su funcionamiento, y no son los 60 grados (en ocasiones más) que puede haber en el habitáculo de nuestro vehículo cuando se deja expuesto al sol.
Para ayudar a que no sufra un golpe de calor nuestro auto durante la primavera y el verano, te recomendamos lavarlo constantemente y utilizar cera que lo proteja de los rayos ultravioleta , asimismo hidratar los asientos (en caso de que sean de piel) con productos especiales.
Sabemos que es imposible siempre encontrar un lugar con sombra para estacionarlo, pero procura buscar lugares techados o bien, si estará mucho tiempo bajo el sol , te recomendamos comprar una carpa para su protección.
Por último, mantén en lo más alto su nivel el anticongelante y, si es posible, lleva una reserva contigo y no olvides revisar constantemente que el aire acondicionado esté en perfectas condiciones.