El anticongelante es un compuesto que tiene etilenglicol como base, este líquido se encarga de absorber el exceso de calor en el motor y mantenerlo en una temperatura alrededor de los 90°C, que es la ideal.
Los primeros carros simplemente usaban agua para evitar que los motores se calentaran; sin embargo, se debe recordar que el oxígeno que ésta contiene puede oxidar y corroer algunas partes del motor, lo cual alterar su buen funcionamiento.
Por otro lado, el anticongelante posee otros químicos que se encargan de limpiar y proteger los ductos por los que pasa y así mantener el sistema en buen estado.
El punto de ebullición del anticongelante oscila entre los 120°C y los 140°C -dependiendo de la marca-, es mayor que la del agua, que es sólo de 100°C; por ello, supone una mejor opción para evitar que el motor alcance temperaturas elevadas.
Algunas cosas para tomar en cuenta son:
* Revisar el funcionamiento del líquido cada 20 mil kilómetros.
* El anticongelante debe cambiarse cada dos años.
* Se deben revisar constantemente los niveles del líquido para asegurarse de no tener una fuga.
* Utilizar siempre el anticongelante recomendado por el fabricante.