El segundo SUV de BMW, en su historia, fue el X3 tras ver el éxito de su hermano mayor, el X5. Este producto, de tamaño compacto, hace sentido en un segmento donde las marcas de lujo empezaban a expandir su horizonte hacia nuevos clientes, que deseaban las cualidades de un producto premium con mayor altura al suelo y el manejo de los vehículos tradicionales del portafolio, en este caso, del Serie 3.
Conforme han pasado los años, BMW ha dotado al X3 de diferentes versiones para adaptarse a necesidades diferentes, pero manteniendo eso que tanto mencionan en su slogan: el placer de conducir. Su cuarta generación tiene poco de haberse presentado a nivel mundial, pero en un mundo donde todos ofrecen camionetas, ¿qué tiene de especial un X3 M50?

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Evolución adaptada
Desde el apartado visual, el X3 actual, que corresponde a la quinta generación, es un producto que se ve acorde a la gran mayoría de productos de la marca. Si bien, los riñones de la parrilla son de gran tamaño, son más contenidos que en el M3 o XM. Sin embargo, los faros pierden los aros de luz, comúnmente llamados Ojos de Ángel, a favor de dos tiras en “L” que hacen juego con el contorno iluminado de la parrilla.
Por tratarse de la versión M50, que es la más deportiva hasta ahora, existen diferencias estéticas, con una fascia más agresiva que tiene entradas de aire de mayor tamaño y una sección en negro brillante que se une a las tomas de aire, para fines aerodinámicos, a los costados. Los rines de mayor tamaño, cuatro salidas de escape y emblemas M también aderezan el diseño, complementados por una pintura color capuchino que, en mi opinión, es muy atractiva. En general, mantiene la silueta que ya conocemos de la X3 desde el 2003, con cofre alargado y formas musculosas en la carrocería, derivado de salpicaderas anchas independiente del nivel de equipo seleccionado.
Apantallante
Es difícil no mencionar las pantallas de un auto moderno, pues todos las traen, pero la última generación de ellas en BMW es notable en cuanto a calidad de imagen y velocidad de respuesta. Aunque parezca una, son dos, con el cuadro de instrumentos de 14.9 pulgadas y la de infoentretenimiento de 12.3 pulgadas conectadas mediante un display curvo. Además de táctil, todavía conserva la perilla para controlar el sistema operativo iDrive más otros botones físicos para el control de la música.

De la mano de tremendas pantallas, el cambio más notorio del interior del X3 radica en la configuración de la iluminación ambiental y de algunas soluciones de almacenamiento. La luz está ligada totalmente al modo de manejo, con una barra que recorre todo el ancho del tablero, con posibilidad de dos colores, más la consola central y alrededor de las manijas interiores. En esa zona también se colocaron los botones de los seguros y la apertura de las ventilas del climatizador, de manera táctil. Esta solución no es la más cómoda pues al querer abrir la puerta se desajusta nuestro nivel de flujo de aire.
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Lo mejor, el manejo
BMW es reconocido por sus motores de seis cilindros en línea que, aunque las regulaciones globales han obligado a las marcas a crear motores más pequeños, todavía se conservan éstos en la marca para ciertas versiones. El X3 M50 es prueba de ello, que con 3.0 litros turbo es capaz de generar 398 caballos de fuerza, acoplados a una transmisión de ocho cambios y tracción integral que prioriza el envío de torque al eje trasero.
Por fuera, el X3 luce como una camioneta de buen tamaño pero que al conducirlo, genera sensaciones de ir en algo más pequeño. Acelera muy rápido, con un sonido maravilloso, la dirección es rápida y la suspensión es firme pero no incómoda. Es de ese tipo de vehículos que te piden ir rápido, por el camino de curvas.

Lo curioso es que no deja de ser un SUV, por lo que el espacio es generoso en ambas filas de asientos así como en la cajuela. Esto es algo que a los alemanes les sale muy bien, que es crear autos familiares con carácter deportivo para que todos lo disfruten.
Cuando no se le exige, que suele ser en ciudad, es posible obtener hasta 12 km/l. Esta es una cifra buena, considerando el tamaño de motor y las condiciones viales de la ciudad. Parte de ello se debe a que usa tecnología mild hybrid para minimizar el turbo lag además de suplir de energía, recuperada de desaceleraciones, a sistemas como la climatización.

¿Lo vale?
El BMW X3 M50 es un producto que tiene la dualidad de ser familiar y deportivo, por debajo de un posible X3 M puro que llegue próximamente, con lo que quien maneje y sus ocupantes van a estar felices, tanto por las sensaciones como por su habitabilidad. Tiene un par de materiales y ensambles que podrían ser mejores, como las partes bajas de las puertas o alrededor del descansabrazos central, ya que $1,609,900 no son poca cosa. Sin embargo, son exquisiteces que al más purista podrá no serle relevante, ya que cumple con el lema de la marca, de ser un vehículo que tiene como atributo el manejo.
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