Parte del mantenimiento de cualquier auto, especialmente al tener varios kilómetros, es revisar el estado de los amortiguadores. A diferencia del aceite o los frenos, el cambio ocurre mucho después aunque eso sí, se deben revisar con cada servicio de mantenimiento.
La función de los amortiguadores , como su nombre lo indica, es la de absorber las imperfecciones del camino, así como de mantener la carrocería estable en todo momento. Su vida útil está calculada en 60 mil kilómetros, pero puede ser antes debido a baches que dañan su estructura, o después si es que es un auto que se usa poco.
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¿Cómo saber si tengo que cambiar los amortiguadores de mi auto?
Te compartimos 3 señales inequívocas que muestran un deterioro en los amortiguadores de tu auto, y que indican que ya es necesario cambiarlos.
El auto “brinca” al pasar baches
Al manejar por alguna calle con baches o “gorditos”, podrás percibir que la carrocería sube y baja durante más tiempo, como si rebotara. Esto muestra que uno o más amortiguadores ya no funcionan como deberían, y es necesario reemplazarlos.
El auto se va mucho hacia el frente o hacia atrás
Cuando llega el momento de frenar, o incluso en aceleraciones fuertes, la carrocería tiende a irse hacia alguno de los extremos de manera más pronunciada que cuando era nuevo. La holgura de los amortiguadores es tal, que dejan al cuerpo del auto moverse con mayor libertad y así, transmitir sensaciones de inseguridad.
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Sonido de golpeteo
Normalmente, cuando manejamos por cualquier calle, no se llegan a escuchar ruidos sobre la suspensión absorbiendo las imperfecciones. Sin embargo, al notar que algo “golpea” en alguna de las esquinas del auto, significa que un amortiguador está dañado. Esto viene ligado a la sensación de lancheo, pues su capacidad de absorción está reducida.
El precio de un amortiguador es variable según el año, modelo y tipo que cada auto necesite. Sin embargo, para aquellos más vendidos, puede oscilar entre los $1,500 y $3,000. Además de brindar comodidad, proporcionan seguridad al momento de tomar curvas e incluso de frenar, pues reducen la distancia en la que se detiene un auto.
Independientemente de los amortiguadores, existen otros elementos, como bujes, horquillas, rótulas, entre varios otros, que se necesitan cambiar con el paso del tiempo. Por lo general, presentan uniones de goma que se desgastan por el uso natural y que generan sensaciones de manejo incómodas, e incluso desgaste poco parejo para las llantas.