Los años en los que los eléctricos llegaban a cuentagotas a nuestro mercado han terminado. En 2021, veremos la mayor cantidad de presentaciones de autos eléctricos hasta la fecha y, de los casi 60 lanzamientos que están en el radar de nuestro mercado, más del 10 por ciento serán de modelos cero emisiones.
Dentro de esta decena de modelos que se espera que se inicien a vender en México, hay autos de todo tipo. SUVs, vehículos comerciales, deportivos y algunos que son una mezcla de varios conceptos.
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Esta llegada no supone la popularización de los autos que no necesitan gasolina, pues la gran mayoría costará más de medio millón de pesos. Sin embargo, este fenómeno implica una nueva lectura a cómo está preparado México para su recepción. ¿Hay suficientes cargadores?, ¿ hace sentido tener uno ?, ¿cuántos se venderán?
A todas estas preguntas les corresponde un análisis individual. No obstante, vale la pena aplaudir el esfuerzo de las marcas que apuestan a este tipo de productos para generar una transición hacia autos más modernos.
Es de resaltar porque la gran mayoría de estos modelos son autos sumamente tecnológicos. Unidades que cuentan con sistemas de seguridad en avanzada, amenidades de infoentretenimiento deslumbrantes, herramientas de conducción semiautónoma y principalmente, son mucho más seguros que la media de la oferta de la actualidad.
Otro factor a destacar es que, a diferencia de hace unos años, los productos del portafolios de las marcas en Europa o en Estados Unidos no tardan mucho en llegar a nuestro país. Es decir, la gran mayoría de los eléctricos se empezará a vender en México solo unos meses después de su inicio a la venta en los mercados más importantes del mundo.
En contraste con el empuje de las marcas de autos en México para ofrecer autos de mejor calidad y de tecnologías más limpias, encontramos muy poca (si no es que nula) planeación y apoyo gubernamental para crear una red de infraestructura más grande que facilite su carga y consecuentemente, su uso.
Aunado a la falta de apoyos para la red de carga de vehículos eléctricos particulares, se halla también la ausencia de estímulos fiscales que hacen que en muchos países la compra de un auto eléctrico sea más atractiva.
Es imposible pensar que en el corto plazo los autos eléctricos tengan un costo verdaderamente accesible si no hay apoyos fiscales o por lo menos, diferenciadores que hagan conveniente la compra de uno de estos ejemplares.
Hasta la fecha, las marcas apuestan a la instalación de cargadores en algunas de sus agencias y en el mejor de los casos, en puntos de interés como centros comerciales. Sin embargo, este esfuerzo no es suficiente.
Hoy, las marcas apuntan a la carga doméstica como estrategia de uso para los eléctricos de los mexicanos, sin embargo, en los países donde los autos cero emisiones empiezan a tener mayor representación en el parque vehicular, se aloja una estrategia que mezcla ambas opciones.
Es entonces prudente, ponernos a pensar cuánto tiempo tomará a las autoridades considerar a los autos ecológicos como una opción viable para reducir la contaminación y al mismo tiempo, como un modelo de negocios que permita cobrar por la carga a este tipo de coches. En Estados Unidos así se hace y ha mostrado un importante avance.