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TAG Heuer apuesta por la personalización extrema con la segunda generación de su smartwatch, que fue presentado este martes en Brunnen, Suiza, y San Francisco, Estados Unidos. Como su nombre lo indica, el Connected Modular 45 tiene un diseño en módulos que permite intercambiar sus elementos principales a gusto del consumidor: la caja o módulo central, las asas, la correa y la hebilla.
Así, los clientes pueden seleccionar entre 11 modelos disponibles en las boutiques de la marca helvética en todo el mundo y en distribuidores seleccionados. También habrá otros 45 modelos disponibles en línea.
En el caso del módulo central, que mide 45 milímetros de diámetro, uno menos que el Connected original lanzado a finales de 2015, se puede elegir entre materiales como aluminio, titanio de grado 5, cerámica negra, oro rosa y acero, con o sin decoración de diamantes. Las asas pueden ser de titanio, oro rosa o cerámica, también con o sin decoración con diamantes. El brazalete, de cerámica, titanio, piel o caucho, con hasta 18 referencias. Y la hebilla, de titanio o con revestimiento PVD, entre otras opciones.
Sin embargo, la ventaja más significativa del Connected Modular 45, que lo coloca por encima de cualquier smartwatch del mercado, es que permite intercambiar el módulo conectado por un módulo de movimiento mecánico suizo de la colección Carrera. En un principio, TAG Heuer ofrecerá el sencillo Calibre 5 de tres manecillas (horas, minutos y segundos) con fecha, así como el el mecanismo más complicado de su gama: el Heuer 02T, un cronógrafo automático de manufactura con tourbillon volante y certificado de cronometría COSC, caja de titanio y carbono. (En las fotos de abajo.)
El nuevo Connected fue desarrollado otra vez con la colaboración de Intel y Google, por lo que funciona con un procesador Intel Atom de la serie Z34XX y con el sistema operativo Android Wear 2.0. Tiene una memoria de 4 GB y una batería de litio de última generación que garantiza más de un día completo de carga. Su precio es de 1,650 dólares. La versión de lujo, que incluye el módulo mecánico Heuer 02T, correa de piel y una correa de caucho adicional, cuesta 17,000 dólares.
Con el módulo smart, es hermético hasta 50 metros, cuenta con GPS que funciona sin necesidad de estar conectado a un smartphone, sensor NFC para hacer pagos contactless y pantalla AMOLED de alta definición. Se pude sincronizar con un teléfono móvil que funcione con Android 4.3 o iOS 9.
La firma ha diseñado 30 esferas distintas para escoger, algunas de las cuales están inspiradas en piezas históricas de TAG Heuer, como la famosa esfera panda (foto de abajo). Están disponibles en diferentes colores (blanco, negro, gris claro, gris antracita, marrón, azul marino, dorado), acabados (soleil, esqueletada) y configuraciones (tres manecillas, GMT, cronógrafo con uno, dos o tres contadores).
Además, el dueño de un Connected Modular 45 podrá crear sus propias esferas gracias al TAG Heuer Studio, que permite cambiar los colores, la apariencia de los metales en los índices y las manecillas, y los detalles de material luminiscente Super-LumiNova, entre otras cosas. A esto hay que añadirle la personalización de los contadores interactivos, para determinar la información que aparece en la pantalla.
La marca explica que gracias a la última actualización de Android Wear 2.0, "los usuarios de iPhone pueden beneficiarse de un entorno mejorado y del prácticamente infinito universo de plataformas con aplicaciones disponibles para ser descargadas directamente en el reloj".
A diferencia de su antecesor, cuyas ventas fueron el triple de lo esperado, el Connected Modular 45 tiene el sello Swiss Made, pues ha sido diseñado, desarrollado y ensamblado en la manufactura de TAG Heuer en La Chaux-de-Fonds.
