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En el 2008, Jaeger-Lecoultre encontró al aliado perfecto para cultivar su incansable imaginación relojera: el australiano Marc Newson, uno de los diseñadores más influyentes de su generación. La pieza elegida para comenzar esta colaboración creativa fue la reinvención de un ícono relojero: el Atmos, péndulo de gran tamaño que fácilmente puede pasar como obra de museo.
Para este año, Newson se dedicó al refinamiento extremo de los detalles para dotar al Atmos 568 de aire contemporáneo, pero sin perder un ápice de su legendaria identidad. El resultado es una pieza excepcionalmente pura al amparo de un cristal de Baccarat totalmente transparente que nos permite disfrutar de su mecanismo relojero, que parece flotar en el aire gracias a la sutil sujeción que lo mantiene fijo a la parte posterior del movimiento. Y la gran noticia es que será una de la piezas estrellas que se verá en vivo y en directo en SIAR 2016, la feria de las horas que se celebra en Ciudad de México del 18 al 20 de octubre.
Por su parte, la esfera presenta bastante legibilidad, mientras que su rostro de cristal permite el paso de la luz, con lo cual la lectura de las funciones resulta sumamente agradable gracias a los dígitos arábigos en color azul que apuntan hacia el exterior, realzados por una sobria minutería. El índice del mes tiene forma de esfera transparente para evitar indicaciones adicionales, mientras que las agujas (cuyo contrapeso está especialmente diseñado para equilibrarlas) adquieren el mismo tono azulado. En cuanto a las fases de la luna, la indicación presenta lectura plena, hecho inédito en un Atmos.
Una de las partes donde Newson puso mayor énfasis fue en el movimiento, pues está fijado al mecanismo no mediante tres puentes, como tradicionalmente se había hecho, sino cuatro, en aras de asegurar la simetría estética del reloj. También podemos observar un rico juego de luces sobre el movimiento, cuyos componentes fueron replanteados por el propio Marc. El volante, por ejemplo, presenta acanalado mate sobre los dientes, mientras que la membrana compagina el brillo de la parte profunda con el mate del exterior.
En cuanto al gabinete de cristal, creado por Baccarat, roza la perfección: la pureza de sus materiales permiten que la luz inunde al reloj, al tiempo que los contornos del globo y la base crean un efecto parecido a un cojín de luz. La base, por otro lado, al ser mucho más gruesa, da perfecta estabilidad al péndulo y es capaz de soportar la pared de cristal móvil que permite el acceso al movimiento.
"Sentí una gran emoción cuando me propusieron que concibiera un Atmos", cuenta el propio Newson. "Es una pieza que aprecio desde que era adolescente. Para mí, el Atmos es un objeto mágico y complejo, que representa el movimiento perpetuo o lo más cercano a él. Parece tener vida propia".