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El gigante de internet, Google, anunció la introducción en China de su aplicación de traducción Translate para teléfonos móviles, hasta ahora bloqueada por Pekín, en tanto su motor de búsqueda y Gmail siguen siendo inaccesibles.
"Introducimos en China la versión 5.8 de la aplicación Google Translate" para los sistemas operativos Android y iOS, dotada de funcionalidades mejor adaptadas a los usuarios chinos, anunció el grupo californiano en su blog.
Una noticia con la que aviva las especulaciones sobre un tímido regreso de Google en China continental, donde sigue esencialmente prohibido.
Rechazando doblegarse ante las órdenes de censura del régimen del Partido comunista chino, el grupo estadounidense se retiró de China en 2010, y su motor de búsqueda fue bloqueado -dejando vía libre a su competencia local, Baidu. Su mensajería Gmail y la mayoría de sus servicios siguen siendo inaccesibles.
Igualmente, la aplicación Google Translate estaba hasta ahora estrictamente prohibida en los smartphones chinos -salvo con la utilización de un VPN, un programa que permite eludir la censura del Estado.
"Google Translate ya estaba disponible desde hace ocho años en China en versión web", es decir desde un ordenador a través de un navegador, informó un portavoz.
Android, el sistema operativo para smartphones desarrollado por Google, sigue siendo muy popular en China, pero su tienda de aplicaciones móviles Google Play está bloqueada.
No por ello Google deja de seducir a un fuerte mercado chino con 700 millones de internautas.
El gigante estadounidense, que cuenta con varios cientos de empleados en China continental y sigue vendiendo espacios publicitarios a empresas chinas, parece ansioso por lanzar en este país su tienda Google Play, incluso a costa de restringir su oferta para acomodarse a las reglas de Pekín.
Google se ha mostrado ya abierto a concesiones. Su servicio de cartografía disponible en la web china retoma visualmente las reivindicaciones territoriales de Pekín, en especial en el mar de China meridional y Taiwán.
La luz verde dada por las autoridades a la aplicación Google Translate -una simple herramienta que no permite acceder a contenidos considerados sensibles- no permite sin embargo augurar una posible vuelta por todo lo alto del gigante de internet al gigante asiático.