Más Información
ONG obsequia implantes anticonceptivos a mujeres migrantes; buscan dar acceso a servicios de salud sexual
Sheinbaum se reúne con Lemus; “trabajar al estilo jalisco es en coordinación con la federación”, expresa gobernador
Marko Cortés difunde infografía a favor de denominar terroristas a cárteles; el “primer paso es reconocerlo”, dice
Las autoridades estadounidenses anunciaron el martes la prohibición de computadores portátiles y tabletas en la cabina de los vuelos de nueve compañías aéreas procedentes de ocho países de Oriente Medio, alegando un riesgo de atentados "terroristas".
Compañías como Emirates o Turkish Airlines, que operan vuelos directos desde Dubái o Estambul hacia Estados Unidos, tienen 96 horas (cuatro días) a partir del martes a las 07:00 horas para prohibir a sus pasajeros que embarquen con aparatos electrónicos mayores a un teléfono celular.
Todos esos dispositivos (computadores portátiles, tabletas, consolas, libros electrónicos, lectores de DVD, cámaras de fotos...) deberán incluirse en el equipaje facturado de los aviones, indicaron responsables estadounidenses.
"El examen de los servicios de inteligencia indica que grupos terroristas siguen apuntando al transporte aéreo y buscan nuevos métodos para perpetrar sus atentados, como disimular explosivos en bienes de consumo", explicó uno de ellos.
"Basándose en estas informaciones", el secretario para la Seguridad Interior, John Kelly, "decidió que era necesario reforzar los procedimientos de seguridad para los pasajeros con salida directa de algunos aeropuertos y con destino Estados Unidos", agregó otro responsable, sin detallar con qué informaciones precisas contaba Washington.
En total, se verán afectados medio centenar de vuelos diarios de nueve aerolíneas (Royal Jordanian, EgyptAir, Turkish Airlines, Saudi Airlines, Kuwait Airways, Royal Air Maroc, Qatar Airways, Emirates y Etihad Airways) con salida de diez aeropuertos internacionales: Amán, El Cairo, Estambul, Yeda, Riad, Kuwait, Doha, Dubái, Abu Dabi y Casablanca.
Ocho países se ven afectados, todos ellos aliados o socios de Estados Unidos: Jordania, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos.
"Consideramos que es lo que hay que hacer y en los lugares adecuados para garantizar la seguridad de los viajeros", justificó un alto responsable oficial.
Éste hizo alusión a "varios incidentes y atentados coronados con éxito contra pasajeros y aeropuertos estos últimos años".
El responsable citó el ataque reivindicado en febrero de 2016 por islamistas somalíes shebab, afiliados a Al Qaida, en un Airbus A321 de Daallo Airlines con 74 personas a bordo. Quince minutos después de que el avión despegara de Mogadiscio, un artefacto explotó y provocó un agujero de un metro de diámetro en su fuselaje y la muerte de la persona que presuntamente llevaba la bomba.
En una medida similar, el Reino Unido obligará a facturar esos ordenadores, teléfonos y tabletas, que sean de mayor tamaño que el de un "smartphone", a los pasajeros que procedan de Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, Túnez y Arabia Saudí.
"La seguridad de los ciudadanos que viajan es nuestra mayor prioridad. Por eso mantenemos nuestra seguridad en la aviación bajo constante revisión y adoptamos medidas que creemos son necesarias, efectivas y proporcionadas", señaló el portavoz del Gobierno.
El Ejecutivo de Londres "ha estado en estrecho contacto con Estados Unidos para comprender su posición", según informó la misma fuente oficial, que agregó que "se ha informado a las aerolíneas afectadas de los nuevos requerimientos".
Según estas nuevas disposiciones, los pasajeros que se embarquen en vuelos con destino al Reino Unido procedentes de los citados países, de mayoría musulmana, "no podrán llevar en la cabina ningún teléfono, ordenador portátil o tableta que sea mayor que un teléfono móvil o un 'smartphone' de tamaño normal (es decir, mayor de 16 cm de longitud, 9,3 cm de anchura y 1,5 cm de grosor)".
Esos aparatos electrónicos tendrán que ser facturados por los viajeros antes de someterse a los controles de seguridad del aeropuerto, al tiempo que continuarán aplicándose las restricciones habituales que ya se deben acatar en lo referente al equipaje de mano.
"Las medidas de seguridad adicionales podrían ocasionar alguna alteración a los pasajeros y los vuelos, y comprendemos la frustración que esto ocasionará, pero nuestra máxima prioridad será siempre mantener la seguridad de los ciudadanos británicos", agregó Downing Street.
Las aerolíneas británicas que resultarán afectadas por esas medidas son British Airways (BA), EasyJet, Jet2.com, Monarch, Thomas Cook y Thomson, mientras que las extranjeras son Turkish Airlines, Pegasus Airways, Atlas-Global Airlines, Middle East Airlines, Egyptair, Royal Jordanian, Tunis Air y Saudia.
El mismo portavoz del Ejecutivo indicó que "las decisiones destinadas a introducir cambios en el régimen de seguridad de la aviación nunca se toman a la ligera" y aseguró que el Gobierno "nunca dudará a la hora de adoptar medidas para mantener la seguridad de los viajeros".
La prohibición de dispositivos electrónicos mayores a un teléfono móvil estaría relacionada con una amenaza del grupo Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), activo en Yemen, afirmó la televisión CNN citando a un responsable estadounidense.
Las autoridades estadounidenses informaron previamente a los países y a las aerolíneas implicadas y algunas de éstas publicaron el lunes por la noche en Twitter algunas informaciones para sus clientes.
Los responsables estadounidenses no dieron ningún plazo para la prohibición en cabina de los dispositivos electrónicos, pero advirtieron que si no se ponen en marcha las medidas, las aerolíneas podrían perder su derecho de volar a Estados Unidos.
Estas medidas se inscriben en un contexto de intensificación de los controles en las fronteras y, más generalmente, de la política estadounidense en materia de inmigración desde la llegada al poder de Donald Trump.
El presidente republicano intenta imponer una prohibición temporal de entrada a Estados Unidos de todos los refugiados y de nacionales de seis países mayoritariamente musulmanes. La medida fue dictada en un decreto que fue bloqueado dos veces por jueces federales estadounidenses.