Por primera vez, desde la Estación Espacial Internacional (EEI) Rusia pondrá en órbita el satélite Tomsk-TPU-120, fabricado con una impresora 3D, informó a Sputnik Alexéi Yákovlev, director del Departamento de Física de las Altas Tecnologías de la Universidad Politécnica de Tomsk (TPU), en Siberia.

La puesta en órbita del satélite, que llegó a la EEI en la primavera de 2016, será efectuada por los cosmonautas rusos desde el exterior de la estación durante su próximo paseo espacial, previsto para julio de 2017.

"El paseo espacial de los cosmonautas es un procedimiento complicado y caro que requiere una larga preparación. Además, en estos paseos se realiza la mayor cantidad posible de misiones a cumplir en el espacio abierto relacionadas con experimentos o la reparación y modernización de la propia EEI", explicó Yákovlev.

El satélite Tomsk-TPU-120 es el primer aparato espacial fabricado con una impresora 3D gracias al uso de la llamada tecnología de simulación dinámica de niveles múltiples.

"La combinación de estas tecnologías permite reducir significativamente el tiempo de desarrollo y el número de ensayos a escala real, encontrar nuevas soluciones de diseño y reducir el costo del proyecto", destacó el experto, al hablar sobre las ventajas de disponer de un satélite fabricado con una impresora 3D.

Esta forma de producción permite reducir de manera considerable el peso de la estructura sin alterar características básicas como la estabilidad y la resistencia a las vibraciones.

Según el especialista, este experimento constituye solo la primera etapa de un ambicioso proyecto a largo plazo para el desarrollo y la creación de pequeños satélites con diversos fines.

En particular, se trata de la creación de grupos de satélites que orbiten para dar solución a varios problemas a los que se enfrenta el sector agrícola, como el seguimiento de los incendios forestales y la información meteorológica, además de la búsqueda de recursos naturales.

Una vez lanzado, la vida útil de este satélite será de entre cuatro y seis meses. Durante este tiempo, su trayectoria se reducirá de manera gradual y, finalmente, la unidad entrará en la atmósfera y se quemará sin dejar rastro.

Actualmente, la TPU trabaja en la creación de una impresora 3D para imprimir objetos en condiciones de ingravidez.

Además, la universidad siberiana está abierta a las colaboraciones en el campo del diseño, producción y lanzamiento de satélites tanto con especialistas rusos como extranjeros, indicó el experto.

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