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#Gamers
El creador japonés Shigeru Miyamoto ha puesto patas arriba la saga "Zelda" con el objetivo de que el jugador disfrute más de la libertad de trazar su propio camino por un vasto universo natural que de derrotar al malvado jefe final.
"La libertad es el tema principal del nuevo 'Zelda'. Considero que una de sus características más atractivas es que se va a poder jugar lentamente, al ritmo de cada jugador", explica el padre de "Super Mario" en una entrevista con Efe.
Miyamoto, una de las miradas más respetadas del ocio interactivo, ha acudido a la feria de videojuegos E3 de Los Ángeles a defender su última creación: "The Legend of Zelda: Breath of the Wild", la nueva entrega de una de las sagas más queridas de Nintendo.
A juzgar por la participación de la compañía japonesa en E3, en este momento Nintendo es "Zelda".
E3 es el lugar elegido por la industria del videojuego para realizar los anuncios más relevantes de su estrategia: Microsoft ha presentado dos nuevas consolas Xbox y Sony ha hecho pública la fecha de lanzamiento de sus gafas de realidad virtual y ha desvelado su catálogo de títulos para PS4.
Pero Nintendo es un verso suelto, siempre ha hecho las cosas a su manera. Su consola Wii U no ha convencido al público y en 2017 volverá a tratar de seducir a la comunidad "jugona" con su misterioso proyecto NX, sin embargo se ha jugado su E3 a una única carta: "Zelda".
De hecho, Miyamoto ha venido a Los Ángeles exclusivamente a hablar de su "Zelda". Durante la entrevista, el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2012, solo ha respondido a preguntas sobre esta saga, que por primera vez se desarrolla en un mundo abierto en el que se puede interactuar con todo el escenario.
Siempre con una sonrisa en los labios y una bandera con los colores del arco iris en la solapa como homenaje a las víctimas del atentado de Orlando, Miyamoto subraya que el nuevo juego supone una vuelta a los orígenes de la saga, que se había quedado demasiado anclada en los puzles y las mazmorras.
"En el original había mucha aventura y exploración. Queríamos volver a sus orígenes, a poder explorar la naturaleza que rodea el mundo de Zelda. (...) Nos preguntamos cómo podíamos darle mayor libertad al jugador y nos dimos cuenta de que las capacidades de hardware nos permitían crear un universo ilimitado", sostiene.
Por primera vez no hay reglas en el viaje del personaje: el jugador podrá recorrer el universo -diez veces mayor que el juego más largo de "Zelda"- a su antojo y en el orden que desee. En "Zelda" se hace camino al andar.
Para Miyamoto, la diversión reside en guiar a Lynk por un vasto mundo natural en el que hay montañas nevadas, ríos y desiertos: "Solo caminar ya es divertido". El protagonista podrá escalar, usar el parapente o tirarse en trineo y tendrá que encontrar y utilizar distintos objetos para adaptarse a condiciones extremas.
"Queremos que se conozca el mundo de Hyrule. Si escalas una montaña, que experimentes que estás escalando una montaña, si nadas en un río que sientas que estás nadando en él. Si conseguimos que se sienta eso, ni siquiera veo necesario que se derrote al jefe final", reflexiona.
Más de cien personas han estado implicadas en el desarrollo del juego, que llegará al mercado en 2017 tanto para Wii U como para NX.
Miyamoto garantiza que la experiencia será igual para los jugadores de ambas consolas.
El creador considera que tanto los fanáticos de la saga como los que nunca la han jugado la disfrutarán porque combina de forma equilibrada innovación y tradición.
Preguntado por el argumento del juego, en el que hay una extraña mezcla de elementos futuristas y del pasado, Miyamoto se ciñe al guión y no suelta prenda: "Los detalles se desvelarán más adelante".
Con picardía, reconoce que disfruta con las conjeturas de los fans, atestiguando que las cábalas y los rumores también son parte de la maquinaria de marketing de esta industria.