La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) confirmó que no encontró indicios criminales tras revisar el celular de uno de los autores del tiroteo en San Bernardino, California, del 2 de diciembre de 2015.
Tras la revisión del teléfono -motivo de una disputa entre el FBI y la compañía Apple-, la entidad difundió un reporte en el que concluyó que no hay indicios de que el atacante haya tenido contacto con presuntos criminales o fuentes terroristas.
El celular de Sayeh Farook, uno de los protagonistas del tiroteo en un centro para discapacitados en San Bernardino, que dejó un saldo de 14 muertos y una veintena de heridos, generó un conflicto entre el FBI y la compañía telefónica Apple.
El FBI solicitó a un juez federal que obligara a Apple a decodificar el celular de Farook, a fin de poder dar seguimiento a 18 minutos en donde se desconocía qué actividad había tenido el sujeto antes del ataque.
Ante la negativa de Apple, que esgrimía que hacerlo sería una amenaza a la privacidad y seguridad de millones de sus clientes, la FBI optó por contratar a experimentados hackers que lograron accesar a la información del celular.
El iPhone 5c utilizado por Farook no contenía ninguna identidad de presuntos conspiradores o contactos en el extranjero que pudieran estar relacionados con el tiroteo, confirmaron fuentes policiales.