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De manera permanente, en México son muchos los niños que corren el riesgo de convertirse en niños héroes, al cantar en el concurso anual de interpretación del Himno Nacional.
Los niños y adolescentes que sobresalen en los coros escolares, por su talento para el canto, se ven en riesgo de dañar sus cuerdas vocales y quedar sin voz apropiada para esta expresión artística, pues deben realizar la interpretación en Do Mayor, el tono en que escribió la música don Jaime Nunó.
Sucede que en el Concurso de Interpretación de l Himno Nacional, los coros infantiles para alumnos de primaria y secundaria, se debe sujetar al artículo 38 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, que establece:
“El canto, ejecución, reproducción y circulación del Himno Nacional, se apegarán a la ley y música de la versión establecida en la presente ley”.
Sólo que hay un problema, no previsto por el legislador que en 1984, dispuso que la interpretación sea como lo establece la partitura oficial, y es así que “la tonalidad en que está escrito el Himno Nacional, de acuerdo con lo que establece el artículo 58, es Do Mayor, que no es favorable de ninguna manera al rango de voz de los niños”, dice el senador Manuel Bartlett Díaz (PT), ex secretario de Gobernación y de Educación Pública.
Bartlett Díaz advierte que los ensayos para el concurso pueden ocasionar “daños irreversibles que imposibiliten para el canto”, al niño que debió ajustar su garganta a la disposición legal.
Por ello, el legislador propone en una iniciativa reformar la ley a fin de que los niños puedan concursar con interpretaciones que cuenten con arreglos que les permitan lucir sus dotes musicales sin riesgo alguno.
lsm