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Tras la legalización de la marihuana para uso médico , la Arquidiócesis Primada de México , advirtió que “si bien esta aplicación médica exige los más estrictos controles para su administración en personas con enfermedades crónicas y terminales, México aún no está preparado para impedir que la corrupción e impunidad del comercio ilegal en el mercado negro hagan de esta veta un lucrativo negocio”.
A través del editorial del semanario religioso Desde la fe , autoridades eclesiásticas expresaron que a pesar de las evidencias, el gobierno consideró como mejor paliativo la legalización de drogas “abriendo las puertas a las adicciones para dejar descubiertos frentes importantes relacionados con la seguridad de millones de mexicanos, minimizando los riesgos y las potenciales afectaciones a la salud”.
En el texto titulado “Enfermo y violento”, se mostraron las cifras que recién dio a conocer la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016, mediante la secretaría de Salud y las calificaron de “alarmantes”, debido al incremento del uso de drogas ilegales entre jóvenes, quienes consumen particularmente marihuana.
Se destacó que 8.4 millones de personas han probado algún tipo de drogas, de las cuales 6.5 millones son hombres consumidores, en comparación con la última medición de 2011 en la que eran 4.8 millones; es decir, se reportó un incremento de 25%. En cuanto a las mujeres, 1.9 millones han usado drogas, comparado con las 926 mil que se reportaron en 2011, elevándose la cifra hasta 105%.
Los jóvenes también registran altos índices. “Los números que encienden las alarmas dicen que en 2016 hubo 888 mil 800 jóvenes, de 12 a 17 años que experimentaron con drogas. Entre las sustancias más populares están la marihuana, las anfetaminas, las metanfetaminas y el éxtasis, las últimas consideradas como sintéticas”.
El editorial mencionó que el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 19 de junio, que reforma y adiciona diversas disposiciones del Código Penal Federal y la Ley General de Salud para el uso medicinal de la marihuana es “el primer paso de los defensores de la cannabis en su liberación total a fin de impedir la penalización por el uso lúdico y consumo personal, permitiendo su cultivo y comercialización”.
Agregó que el incremento de consumidores de drogas se da en un periodo sensible, cuando el número de muertes violentas se ha disparado durante esta administración, desde diciembre de 2012. “Hay más de 90 mil muertos por la guerra contra el narcotráfico y al combate de la violencia. Los hechos exhiben, de forma contundente, los gravísimos problemas que las autoridades pretenden resolver, a la manera de dar una aspirina al paciente en estado terminal, a través de la legalización de drogas para desatar un nudo gordiano que nos ahorca al borde de la asfixia”.
La arquidiócesis encabezada por el cardenal Norberto Rivera aseguró que las políticas de prevención en el consumo de drogas “demuestran un fallo” y argumentó que el problema ha proliferado por la falta de valores. “Las acciones de Estado han soslayado el fortalecimiento de la familia, coadyuvando a la generación de modelos extraños, dinamitando esta institución fundamental, que en gran medida es una escuela de prevención de las adicciones”.
Por último, se hace un llamado para desarrollar medidas eficaces en contra de las adicciones, “mientras no haya buenas directrices promovidas desde las instancias políticas responsables, el combate sólo será traducido en medidas represivas y acciones legislativas que incrementarán el número de adictos que, con el paso de los años, representarán un grave problema de salud y de asistencia social que no sabremos cómo resolver. En nuestro triste horizonte se asoma un país enfermo y violento”.