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Pese al recorte presupuestal y la baja de 15% en ingresos durante los dos primeros trimestres de 2017, Diconsa podrá garantizar el abasto de alimentos a las comunidades que lo requieran en esta temporada de tormentas y huracanes.
“Estamos preparados para cualquier contingencia climática y llegar hasta el último punto rural del país, con alimento de calidad nutricional”, aseguró Héctor Velasco Monroy, director general de la dependencia.
El funcionario afirmó que aunque no todos los pronósticos derivan en una contingencia, Diconsa debe estar pendiente para asegurar el abastecimiento de sus casi 27 mil tiendas comunitarias fijas y 300 móviles en todo el país.
En caso de ocurrir algún fenómeno natural, indicó, la experiencia ha enseñado que deben mantenerse los inventarios adecuados y suficientes para evitar la escasez y el exceso de alimentos para las zonas rurales más alejadas de México.
Diconsa cuenta con 274 almacenes rurales en el territorio nacional y cada uno atiende en promedio a 100 tiendas a través del reparto por las vías terrestres o acuáticas.
En los últimos tres años se abrieron 2 mil tiendas comunitarias a lo largo del país, expuso Velasco Monroy, quien precisó que la dependencia ofrece los productos de la canasta básica entre 15% y 20% más baratos que la iniciativa privada.
En semanas pasadas se llevó alimento a 19 mil oaxaqueños damnificados, algunos concentrados en 12 comedores comunitarios instalados por la Sedesol, debido el paso de las tormentas tropicales Beatriz y Calvin por las regiones Costa y Sierra Sur.
Respecto al presupuesto de 2017, Velasco Monroy mencionó que la empresa opera con 300 millones de pesos menos que en 2016, sin precisar la cantidad total.
94% de abasto, a comunidades indígenas. Con 14 mil 718 tiendas comunitarias, la mayoría en zonas aisladas, Diconsa contribuye a la sana alimentación de grupos étnicos asentados en mil 81 municipios del país, es decir, 94.16% de las
comunidades indígenas.
Para el abasto oportuno, indicó Humberto Pérez Pardavé, gerente de la sucursal Veracruz, es necesaria la coordinación entre pobladores y la empresa descentralizada, porque la espesa neblina y la lluvia constante son obstáculos para el traslado.
Señaló que debido al difícil acceso a la tienda comunitaria de Quetzaltótotl, ubicada en el corazón serrano de Zongolica, se trasladan los comestibles y granos a lomo de ganado.
“La jornada empieza a las ocho de la mañana en el almacén rural Zongolica, los loteadores cargan el camión con la canasta básica, productos de limpieza y aseo personal, posteriormente, el chofer se interna en la sierra”, mencionó.
“Los pobladores de Quetzaltótotl esperan al personal de Diconsa en Tolapa, municipio de Tequila, y cubren ahí con plásticos los comestibles, puesto que la mayor parte del año llueve. Con 12 animales de carga recorren 14 kilómetros hasta llegar a su comunidad”, apuntó.
A su vez, el jefe de almacén, Lucio Domínguez Valdés, destacó la labor social de los trabajadores de la empresa, quienes son el enlace con los habitantes para la logística de abasto donde más de 50 familias indígenas consiguen sus alimentos de primera calidad.