Durante la homilía dominical el arzobispo Norberto Rivera Carrera pidió a los fieles orar por Juan Mena López y Juan Mena Romero padre e hijo que murieron en la autopista México-Cuernavaca tras caer a un socavón “para que el señor los reciba en su reino y a su familia les de la paz”.
También elevó una súplica por los responsables de las obras públicas “para que ejerzan su labor con honestidad y responsabilidad y dejen de lado la corrupción e ilegalidad procurando siempre la seguridad de la población”.
Se rezó por todos aquellos que salen de vacaciones y se pidió por la salud del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.
En su homilía, el prelado señaló que hay quienes se preguntan de qué sirvió la predicación de Jesús, toda la actividad de la Iglesia, y que el Papa vaya y venga por todo el mundo, si las cosas siguen igual o peor, y les aseguró que el reino de los Cielos está presente, y crece a pesar de su aparente pequeñez y fracaso.
“Alégrense, no estén tristes, pensando que todo marcha mal, abran los ojos y los oídos y dense cuenta que algo nuevo ha comenzado y está en medio de ustedes”.
Indicó que a pesar del mal terreno o malas hierbas que amenazan a la semilla, como las adversidades y los obstáculos que amenazan a la predicación y a la actividad de Jesús, el Reino de Dios se presentará en plenitud y gloria.
“La palabra predicada dará su fruto, en unos ciento por uno, en otros sesenta, y en otros treinta, pero no quedará sin dar fruto”.
El arzobispo primado de México advirtió que ante Jesús y la buena nueva que anuncia no caben soluciones intermedias o de compromiso.
“Los que reciben con fe a Jesús y el reino de Dios descubrirán su misterio y serán invitados a nuevas aventuras y a nuevos compromisos, mientras que aquellos que sólo lo aceptan superficialmente tarde o temprano acabarán por perderlo”.
lsm