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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Faltan 52 días para que Dafne Verónica García Guzmán cumpla cinco años, pero su familia le adelantó el regalo: salir de vacaciones a la playa. Con permiso de su médico de cabecera, la menor de edad pudo conocer el mar, con todo y restricciones, pues al haber recibido un trasplante de corazón debe evitar cualquier posibilidad de contraer una infección; no podrá jugar en la arena ni exponerse al sol.
En octubre pasado, EL UNIVERSAL dio a conocer la historia de Dafne, quien se convirtió en la primera niña en tener un corazón artificial. Tras padecer una miocardiopatía restrictiva, la pequeña fue ingresada al Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG), en donde se le realizó una intervención quirúrgica que le permitió mantener su organismo en buenas condiciones mientras se encontraba un corazón compatible para que le fuera trasplantado.
“Primero le dio un infarto cerebral, en octubre serán dos años, después supimos que estaba enferma del corazón, la atendieron en Aguascalientes, luego en Guadalajara, y de ahí nos mandaron a la Ciudad de México porque mi hija requería de un trasplante de corazón”, contó Maricela Guzmán, madre de Dafne.
Un equipo de especialistas encabezado por Alejandro Bolio Cerdán, jefe de Cirugía Cardiovascular del HIMFG, llevó a cabo la cirugía el 22 de septiembre. La miocardiopatía restrictiva es una falla cardíaca progresiva que consiste en la discapacidad del corazón en contraerse, lo que provoca que la sangre no llegue de forma adecuada a los diferentes órganos del cuerpo.
Por este motivo, a Dafne, originaria de San Juan de los Lagos, Jalisco, se le colocó un aparato Excor, un dispositivo de asistencia ventricular que ayuda al corazón a bombear de forma mecánica la sangre.
Ésta era la única alternativa que se tenía para salvar la vida de la menor, ya que cuando existe este tipo de afección cardíaca, con el paso del tiempo se presenta deterioro en el riñón o en el hígado. “Mi hija podía vivir hasta tres años con el apoyo ventricular, pero por fortuna el donante llegó a los tres meses”, dijo Maricela.
Noventa días después de recibir el corazón artificial, Dafne escribió una carta al “niñito Dios”, en la que pedía “muchos juguetes y mi corazón”, su solicitud le fue concedida antes de tiempo. El 12 de diciembre, la familia García Guzmán recibió la noticia de que había un corazón disponible. Los papás de un niño de cinco años, quien falleció victima de un tumor cerebral, acordaron donar el órgano; horas más tarde realizaron la cirugía que duró aproximadamente seis horas.
Antes de entrar a quirófano el 13 de diciembre, Dafne expresó que no quería que le quitarán sus “bombitas”, pero su mamá le explicó que recibiría un corazón de verdad.
Ya pasaron cinco meses de que la niña recibió su corazón “de verdad” y por vez primera en compañía de su familia pudo salir de vacaciones. En total, la familia García Guzmán pasó 5 meses con 15 días en la Ciudad de México, tiempo que la pequeña pasó internada en el Hospital Federico Gómez.
Dafne todavía toma medicamentos que son fuertes, pero su evolución es buena.
En su hogar, la niña de cuatro años debe usar cubrebocas, evitar asolearse, cuidar su dieta para evitar infecciones, también se aconseja que permanezca en lugares con poca gente. “Por eso vinimos en temporada baja a Puerto Vallarta, para que ella disfrute de la playa”.
Con respecto a la cultura de donación de órganos, Maricela afirma que todavía falta mucha en el país e invita a la población a promoverla, pues la calificó como un acto de amor. “Todos los días agradezco a la familia del niño que donó el corazón a mi hija, no sólo salvó su vida, sino la de otro niño que necesitaba un hígado. Es increíble que veas a tu hijo morir y aceptes dar algo de él para que otros pequeños sigan con vida, se me hace el mejor acto de amor del mundo. A esa familia no la conozco, pero todos los días pido por ellos y porque más gente se sume a la donación”.
Se dijo agradecida con la atención que le brindaron a Dafne en el Hospital Federico Gómez y con la gente que encontró a su paso por la Ciudad de México. “A pesar de estar en un lugar desconocido, muy grande y que a veces pintan de peligroso, tuvimos en nuestro camino a pura gente buena que nos regaló de su amor”.
“¿Mami, mi corazón es nuevo?”, pregunta Dafne a su mamá, quien le contesta que sí, y que es su nueva oportunidad para disfrutar de la vida.