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A pesar del fenómeno de calentamiento global que enfrenta el planeta , no existen todavía evidencias que hagan prever que la i ntensificación y cambios que presentan l os huracanes y tormentas sean por causas antropogénicas.
El investigador de Hidrología y Meteorología del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Arturo Quintanar Isaías , aseguró lo anterior al participar en la conferencia “Temporada de huracanes en el Océano Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe”.
Durante su participación en el auditorio Tlayolotl, del Instituto de Geofísica de la UNAM, advirtió que a pesar de lo anterior, los modelos para el próximo siglo hacen prever que sí es posible que exista un cambio si no en el número de depresiones sí en su intensidad y tasa de precipitación.
Recordó que de acuerdo con el pronóstico que se tiene por parte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para el presente año en la cuenca del Pacífico, se esperan 16 tormentas, de las cuales seis serán tormentas tropicales, cuatro huracanes de categoría 1 a 2, y seis de categoría 3 a 5 en la escala Saffir-Simpson.
Mientras tanto, del lado del Atlántico, se pronostican 11 tormentas de las cuales dos serían huracanes de categoría 1 a 2 y dos más de categoría de 3 a 5.
Explicó que entre las situaciones especiales que prevalecen en el clima está la presencia de un “Niño” débil, el cual genera condiciones de viento que hacen que los huracanes del lado del Atlántico no sean tan fuertes como se podrían esperar.
Independientemente de la intensidad de estos fenómenos, lo que sí es indudable es que México se encuentra en una ubicación geográfica que lo pone en una situación altamente vulnerable, agregó la investigadora Rosario Romero Centeno.
Al respecto, recordó que ello se debe a que a nuestro país se encuentra entre dos cuencas, la del Atlántico y la del Pacífico, y justamente en una zona geográfica donde se generan la mayor parte de estas tormentas.
Por ello mismo, los estados más afectados por estos fenómenos del lado del Pacífico son Baja California Sur, que es la entidad con el mayor porcentaje de afectación, con 31 por ciento, seguida de los estados de la costa sur como Oaxaca, con el 11 por ciento y Guerrero, con nueve por ciento.
Por la parte del Golfo de México, los ciclones tropicales afectan principalmente a las costas de Tamaulipas, con el 41 por ciento y Veracruz, con el 45 por ciento, mientras que en el Mar Caribe es Quintana Roo la entidad más golpeada, con 56 por ciento de los ciclones.
Reveló que los meses en que es más común que estas tormentas entren a tierra son mayo, y junio, y luego disminuyen entre julio y agosto para nuevamente cobrar fuerza entre septiembre y octubre, siendo los meses con mayor afectación por estos fenómenos.
Ello se debe a las trayectorias que presentan los ciclones en ese periodo, ya que es precisamente en esos meses en que estos ciclones pasan de forma más paralela al país y suelen desviarse hacia el territorio nacional.
Ante todo esto, uno de los grandes retos sigue siendo lograr una mayor precisión en los pronósticos en cuanto a trayectoria e intensidad de estas tormentas, agregó el jefe de Servicio Mareográfico Nacional, Jorge Zavala Hidalgo.
Por ello mismo, México colabora intensamente con otros organismos meteorológicos internacionales entre los que destaca la NOAA, que tiene un programa ambicioso que propone reducir los errores de predicción en 20 por ciento, para los próximos cinco años y hasta en 50 por ciento para dentro de 10 años.
Por lo pronto, dijo, se continúa intensificando la investigación sobre la materia, por lo que hoy se cuenta con satélites más especializados, así como aviones, radares y mejor conocimiento de la evolución de huracanes y modelos más precisos.