La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó sus condolencias a los padres y familiares del párroco indígena Felipe Altamirano Carrillo, quien fue privado de la vida la mañana de este lunes.
A través de un comunicado firmado por el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, presidente del episcopado y por el secretario general del organismo, obispo auxiliar de Monterrey, Alfonso Miranda Guardiola, las autoridades eclesiásticas lamentaron la muerte del presbítero que radicaba en Nayarit.
En el texto citado, se mencionó; “en estos momentos en que nuevamente un sacerdote católico es alcanzado por el crimen, dirigimos nuestra mirada a Cristo Resucitado, quien nos confiere la fuerza para luchar por la construcción de un mundo reconciliado y en paz, justo y fraterno. La muerte no es el final del mensaje de amor que nos trajo nuestro Salvador, sino la vida en plenitud. Con su sacerdocio, el Padre Felipe encarnó estas certezas que nos da la fe”.
“Pedimos a Dios por su eterno descanso y también para que el Señor conceda a sus familiares y amigos la fortaleza, la esperanza y el consuelo de la fe”, señaló el documento.
msl
