Estados Unidos y México reafirmaron hoy sus compromisos de fortalecer la cooperación y de continuar trabajando por una efectiva promoción y protección de los derechos humanos.
En el marco de la Octava Reunión del Diálogo Bilateral de Alto Nivel sobre derechos humanos, se reconocieron los esfuerzos del gobierno mexicano para asegurar el establecimiento del mecanismo de seguimiento del caso Iguala recomendado por la CIDH.
“Ambas delegaciones reafirmaron la importancia de cooperar con mecanismos internacionales de derechos humanos, incluyendo la oficina del Alto Comisionado de la ONU sobre derechos humanos, así como dar atención adecuada a recomendaciones de los órganos (respectivos)”, apuntó el Departamento de Estado.
En un comunicado conjunto, las delegaciones de los dos países compartieron asimismo sus esfuerzos sobre los retos que representa la migración internacional y la de los solicitantes de asilo.
Reafirmaron la necesidad de trabajar juntos para dar seguimiento a sus compromisos bajo la 71 Asamblea General de Naciones Unidas, particularmente en relación con la adopción de un acuerdo global sobre una migración segura, ordenada y regular en 2018.
El Departamento de Estado señaló que los dos gobiernos reconocieron también el liderazgo del presidente Barak Obama en convocar a una cumbre de líderes sobre el tema de los refugiados.
La cumbre, de la que fue co-anfitrión el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, ilustra la importancia de las acciones multilaterales y los compromisos concretos para confrontar el reto global de responder a las necesidades de los refugiados, añadió el comunicado.
Entre la agenda temática del encuentro figuró el tema de los derechos de la comunidad LGBTI, el combate a la discriminación basada en la orientación sexual o identidad de género, así como la protección de grupos vulnerables, especialmente en los niños migrantes.
Otros temas incluyeron la pena de muerte, la notificación consular, el uso de la fuerza en la frontera y el mejoramiento de las prácticas policiales, así como el sistema de justicia criminal, particularmente sobre el tratamiento para las minorías.
También se discutieron acciones para prevenir y erradicar la tortura y las desapariciones forzadas, así como para la protección de periodistas y defensores de los derechos humanos.
La delegación mexicana fue encabezada por el embajador Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría mexicana de Relaciones Exteriores y por el subsecretario de Gobernación, Roberto Campa Cifrián.
Por México también participó el subprocurador para crímenes federales de la Procuraduría General de la República, José Guadalupe Medina Romero, entre otros.
Por Estados Unidos la delegación fue encabezada por la embajadora de México en Estados Unidos, Roberta Jacobson, y por el secretario de Estado adjunto para democracia, derechos humanos y trabajo, Tom Malinowski, entre otros.