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El cultivo de las orquídeas en México “está completamente rezagado y reducido, por una serie de medidas de tipo sanitario y ambiental”, con una protección catalogada como “especies en peligro de extinción”, lo cual es aprovechado por los alemanes, japoneses, chinos, que cometen un saqueo al llevarse las semillas y propagar las especies en sus países y comercializarlas a costos altos, afirmó Eduardo Pérez García, presidente de la Asociación Mexicana de Orquideología.
En entrevista en el marco de la inauguración de una exposición de diferentes variedades de esa flor, la cual se puede observar en la Ciudad de México, Pérez García destacó que los problemas que impiden el adecuado desarrollo de la floricultura, se reduce a medidas fitosanitarias que impiden la exportación como importación de plantas de otras muchas naciones del mundo.
“Esto ha imposibilitado la realización de proyectos de mejoramiento genético” y, principalmente, del comercio internacional”, dijo el productor.
Destacó que México, como país mega-diverso, ocupa el cuarto lugar mundial en Bio-diversidad, lo cual lo convierte en una nación con muy alto potencial para el desarrollo de la floricultura y plantas medicinales e industriales.
“Lo que ocurre en México con las orquídeas, pasa de manera similar con las cactáceas. Están legislados de idéntica manera, con una protección catalogada como ‘especies en peligro de extinción’, y se da un saqueo. Es conocido que vienen los alemanes, japoneses, chinos y se llevan las semillas. Ellos las propagan en sus países y las comercializan a costos altos (…) y nosotros tenemos la ley encima que nos impide comercializar para los mercados extranjeros”.
Eduardo Pérez expuso que si bien México ha firmado varios convenios internacionales, por ejemplo el CITES, que regulan el comercio de las especies, fundamentalmente silvestres, eso no beneficia su protección, sino que se abre la posibilidad del saqueo, como sucede con las cactáceas, insistió el floricultor, quien consideró que “en realidad se está evitando que los productores locales puedan exportar plantas con un perfil que exigen los mercados internacionales”.
Reiteró que la “supuesta protección” que tienen esas especies los floricultores de orquídea la entienden, porque saben que hay plagas y enfermedades indeseables, aunque hay que reconocer que este problema se da en muchos productos agrícolas que se importan con restricciones, pero el rezago es muy fuerte y estamos perdiendo mercados internacionales, incluso con países que con los que México tiene tratados de libre comercio, como Europa y el de Asociación Transpacífico que solamente espera la anuencia del Senado de la República.
Lamentó que decenas de variedades de orquídeas mexicanas que, por diversos medios han salido del país, por su alta calidad y vistosidad, aromas incluso, las han mejorado genéticamente y ahora están imposibilitadas de regresar al país, por esas medidas fitosanitarias y de medio ambiente.
“Se da el caso de que plantas mexicanas, muchas de ellas silvestres y en riesgo de extinción, llegan “como por arte de magia” a Estados Unidos. Por ejemplo; allí las mejoran, las reproducen, las comercializan con beneficios económicos que ascienden a varios millones de dólares, y los mexicanos no las podemos exportar”.
(Foto: Especial)