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Mariana Angulo Tapia lee EL UNIVERSAL desde los 15 años. Sus padres lo hicieron desde que ella recuerda, a eso atribuye la joven que el hábito de la lectura se incorporara desde temprana edad a su cotidianidad e influyera para que ganara el tercer lugar del Premio Nacional para Periodistas Jóvenes convocado por El Gran Diario de México, en el marco del centenario de su fundación.

“Siempre me ha interesado leer y a través de la lectura del periódico es como me he fijado cómo se escriben los reportajes, que es realmente lo que más me interesa del periodismo, además de lo aprendido en la Universidad de las Américas Puebla, en la carrera de Comunicaciones”, dijo.

Un profesor de esta institución, Pablo Arana, quien trabajó en El Gran Diario de México, en la sección Finanzas, le sugirió a la alumna del último semestre de la carrera participar con el trabajo La mala distribución de las escuelas indígenas en Puebla.

“Mi profesor dijo que el trabajo que desarrollé a lo largo de un año era muy bueno. Una parte de la investigación la inicié en su clase de Géneros de Opinión y Ética Periodística. En la universidad tomé una materia de Periodismo en la que nos enseñaban a organizar datos. Comencé con datos de la página web de la Secretaría de Educación Pública; siempre me ha interesado la educación en México. Puebla es uno de los cinco estados de la República con mayor cantidad de indígenas que no reciben una buena enseñanza. Descubrí escuelas donde había hasta 150 niños por salón”, recordó.

—¿Por qué elegiste el tema de la educación indígena?

—Pienso que la educación es uno de los pilares que hay que rescatar y preservar de la mejor forma que se pueda, porque finalmente los niños que están en la escuela son los que forjarán el futuro del país; me interesan los temas sociales que puedan conllevar un cambio para México y hay muy poca información sobre escuelas indígenas. Pasé con 100 esas materias que me llevaron a elaborar el reportaje, porque el trabajo estaba muy bien hecho. Realicé las entrevistas en la región de Quimixtlán, en Puebla.

—¿Cuál fue tu sentir al ganar?

—Estaba muy emocionada por ganar un premio nacional. Mis padres están orgullosos de mí, saben que he hecho cosas importantes para el poco tiempo que llevo como estudiante; las personas que me conocen saben las habilidades que tengo para escribir; mis maestros son exigentes conmigo para que mejore y porque saben que los trabajos los hago súper bien.

Para Mariana el haber ganado el certamen nacional convocado por EL UNIVERSAL significa “una gran oportunidad; no creo que cualquier persona que quiera dedicarse al periodismo tenga la oportunidad de que le llamen una mañana para decirte que ganó un premio nacional”.

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