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Elementos del Ejército y la Fuerza Aérea, de la Secretaría de Marina Armada y de la Policía Federal realizan los últimos ensayos del desfile cívico militar que se realizará el 16 de septiembre con motivo del 206 aniversario del inicio de la Guerra de Independencia.
Este año se conmemora el 50 aniversario de la implementación del Plan DN-III-E y el centenario de la industria militar, temas que van a destacar en el desfile por tierra y aire. Por ello, los aviones y helicópteros que son útiles para el transporte de personal, de víveres y medicamentos en caso de desastre serán protagonistas.
Como parte de los preparativos, los titulares de las secretarias de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, y de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, pasaron revista al personal y aeronaves que ayer estuvieron en el ensayo general, en la Base Aérea Militar Número uno, en Santa Lucía, Estado de México.
En el espectáculo aéreo habrá formaciones cada tres minutos —si las condiciones meteorológicas son favorables— que volarán sobre el Zócalo a una altura de entre 100 y 300 metros, de acuerdo con las características de la aeronave y la formación.
El público podrá ver desde un avión Boeing 737-800, modelos caza F-5 y helicópteros Cougar y MI-17.
Para el próximo viernes se tiene programado que durante el desfile sobrevuelen la Ciudad de México 132 aeronaves, de las cuales 110 son de la Fuerza Aérea; 15 de la Armada de México, y siete de la Policía Federal.
Toda las aeronaves realizarán diversas formaciones combinadas. Además, en la Plaza de la Constitución descenderán 15 fusileros paracaidistas del Ejército (de traje rojo o verde) y de la Marina (de traje blanco), quienes darán forma a la bandera de México, según informó el coronel piloto aviador Víctor Islas Díaz.
Explicó que los paracaidistas saltarán a mil 700 metros de altura, con un tiempo total de vuelo de cuatro minutos y medio, aproximadamente.
“Debemos verificar que se adopten las medidas de seguridad y, sobre todo, que la población lo disfrute. Consideremos que son 132 aeronaves que van a volar este 16 de septiembre sobre la Ciudad de México y necesitamos tener muy bien definidos sus patrones de entrada y de espera para que no vayamos a tener una colisión”, explicó por su parte Ernesto Pérez Monroy, general de ala piloto aviador.
El desfile tendrá una duración de dos horas, pero las aeronaves sobrevolarán aproximadamente tres horas; es decir, desde una hora antes de iniciada esa movilización militar.
Serán aproximadamente 600 personas las que participarán, entre ellas 300 pilotos e igual número de elementos de control militar de vuelos, meteorología, mantenimiento, electrónica, así como de armamento.
Estarán presentes “todas las especialidades de la Fuerza Aérea”, dijo Pérez Monroy, responsable de las operaciones aéreas del acto.
Por este motivo, se cerrará el espacio aéreo en el Valle de México entre las 10:00 y las 14:00 horas.
Las operaciones civiles serán canalizadas a los aeropuertos alternos de Toluca, Puebla y Pachuca.
El despliegue de recursos materiales y humanos para el desfile es muy similar al del año pasado.
Gran parte de la responsabilidad del acto para que se realice en perfecta sincronía y que no haya accidentes corresponde al controlador aéreo.
“Normalmente nuestro trabajo no es tan visible para la sociedad, porque nos encargamos de vigilar el espacio aéreo. Es importante tener una adecuada coordinación con nuestras aeronaves en el aire y poderles dar la seguridad en las operaciones aéreas”, explicó Enrique Uscanga Vergara, Teniente de la Fuerza Aérea y controlador aéreo.
“Nosotros nos tenemos que encargar de verificar que las aeronaves vuelen con seguridad, mantener unos márgenes seguros en cuanto a las maniobras que realizan, separarlos de otros tráficos, eso debido a la cantidad de aeronaves que tenemos volando en el espectáculo, generalmente el espacio aéreo se satura”, destacó el especialista.
El lunes y miércoles próximos continuarán los ensayos del personal en tierra del Ejército y la Armada.
