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Aguascalientes.— Hace tres meses Rosaura y su esposo, Óscar, se unieron a una cadena de oración con otros hogares católicos en la que piden a Dios por la familia tradicional y que no prospere la legalización del matrimonio gay.
Madre de tres hijos y con actividades en la industria textil, en un taller familiar, se ha sumado a la iniciativa social que defiende “la familia natural” y el derecho de los padres a educar a sus hijos.
Lleva en su celular un video del obispo José María de la Torre, quien invita a no tener “oídos sordos” y participar en la marcha que se realizará hoy a nivel nacional de forma pacífica y propositiva.
“¡Sí a fortalecer el matrimonio, sí a la familia natural, sí a gobernar con perspectiva de familia!”, aconseja.
Rosaura, de 41 años de edad, afirma ser respetuosa de los homosexuales, pero no comparte la visión del gobierno de romper con la familia y favorecer el matrimonio gay. “Tampoco que en las redes sociales se intente distorsionar el movimiento social que lucha por el matrimonio, los niños y la familia”.
En la última semana de julio, José María de la Torre envió una carta urgente a la comunidad diocesana de esta entidad y parroquias de Jalisco y Zacatecas, en la que comparte su propuesta de “no ceder a las presiones de grupos que exigen reformar de forma inmediata el Código Civil de Aguascalientes” para establecer el matrimonio homosexual.
Rosaura comparte la postura del obispo, quien ha llamado a los católicos “a no dejarse engañar” por quienes pretenden cambiar la ley y sostienen que las relaciones que entablan las parejas del mismo sexo pueden adecuarse perfectamente a los fundamentos actuales de la institución matrimonial.
“La marcha sólo es para que el gobierno vea que estamos a favor de la familia, que es papá y mamá; que estamos en contra de las leyes que quieren meter: la educación sexual en preescolar, que quieren imponer los libros de sexualidad en los niños de preescolar.
“Sin embargo, hay personas que están distorsionando el fin de la movilización, sienten que es una marcha en contra de los gays y las lesbianas. No es cierto”, asegura.
Rosaura Rodríguez y su marido, Óscar Mena, que recién celebraron 17 años de matrimonio por la Iglesia, en la agrupación religiosa CRIJOMA, filial del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) de Aguascalientes, realizan actividades como “sembradores de esperanzas de matrimonios jóvenes”, en retiros espirituales.
Desde finales de mayo fueron convocados por la Diócesis a orar para que no prospere la iniciativa de los matrimonios igualitarios, y desde entonces en su hogar están en cadena de oración.
“Los miércoles desde la mañana ofrecemos nuestras horas de trabajo, nuestras horas de estudio, ofrecemos una misa, un rosario en familia, una visita al Santísimo”, dice.
Afirma que en los grupos religiosos, no todo es rezar, sino que hay espacios de convivencia. Ella asegura que puede dar testimonio de la fortaleza en su matrimonio y de su familia, pues dice, ha tenido la oportunidad de conocer parejas que tienen “decadencia espiritual”.