Especialistas en temas de religión, consultados por EL UNIVERSAL, coincidieron que no podría sancionarse a los ministros de culto que participen en las movilizaciones de este 10 de septiembre porque no son ellos los que convocaron y están en su derecho de manifestarse como ciudadanos.
Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), descartó que la Iglesia Católica pueda ser sancionada por expresar su apoyo a las manifestaciones, ya que no las organizó, además de que el artículo 130 de la Constitución establece que los ministros de culto “no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios” de lo contrario se les impondrá una sanción.
“Estamos en el carácter de manifestaciones de carácter cívico fuera de los templos y no se está en el contexto, en ningún momento, de un acto litúrgico, yo no veo de ninguna manera como podría ser objeto de castigo”, aseveró.
Por su parte Elio Masferrer, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, comentó que los obispos que asistan a las movilizaciones lo harán en su carácter de ciudadanos por lo que “cualquier intento de acción legal está muy difícil que llegue a otra parte, porque la Iglesia se ha cuidado de lanzar expresiones que puedan considerarse contra el sistema constitucional”.
Comentó que el hecho de que un grupo de la sociedad salga a las calles a manifestarse contra una iniciativa del presidente fortalece a la sociedad y al Estado laico, afirmó que no ha habido una discusión seria sobre el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo, por lo que destacó la importancia de que estos grupos en contra de la iniciativa presidencial presentada en mayo pasado sea debatida.
"Es importante que los ciudadanos digan si están o no de acuerdo con las propuestas de reforma constitucional, creo que hay un estereotipo político en México que si el presidente hace una propuesta de reforma constitucional entonces eso tiene que ser aprobado de cajón, eso es como un paradigma de lo que es el presidencialismo mexicano. Que un grupo de ciudadanos salgan a ejercer sus derechos y que diga que no está de acuerdo con la propuesta del presidente fortalece a la sociedad, al Estado laico", expuso.
Tras el anuncio de las movilizaciones convocadas por el Frente Nacional por la familia la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) invitó a sus fieles a participar en estas movilizaciones de forma pacífica y propositiva, las cuales le brindan a la sociedad “una magnífica oportunidad para unirse más allá de creencias religiosas, y de hacer un buen uso de libertad de expresión, pensamiento y convicciones éticas”.
El órgano colegiado que agrupa a los obispos del país sostuvo que los cristianos no pueden renunciar a proponer el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer para no contradecir la "sensibilidad actual" o por moda ya que "el futuro de la humanidad se fragua en el matrimonio y la familia natural”.
El Frente Nacional por la Familia se conformó en mayo pasado por más de mil organizaciones de la sociedad civil en respuesta a la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, presentada el 17 de mayo pasado, la cual pretende cambios a la Constitución y al Código Civil Federal con los que se reconocerían los matrimonios entre personas del mismo sexo en todo el país y se permitiría la adopción de menores a parejas homoparentales.
ahc