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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Juchitán, Oax.— Los 400 niños de la Primaria 22 de Marzo, ubicada en el fraccionamiento Los Tamarindos, en Tehuantepec, una de las escuelas más grandes de la ciudad, juegan, corren y gritan en el patio durante el recreo, mientras son observados por un grupo de 100 padres de familia que resguardan el interior, la entrada y la salida del plantel.
Los padres fungen como guardias del inmueble, tomaron el plantel desde la noche del domingo ante el posible arribo de los profesores disidentes de la Sección 22 de la CNTE, que llegaron tarde y sólo lograron concentrarse en el exterior, observando, aunque pacíficos.
Aún así, los padres ayudaron a los 17 trabajadores de un total de 25 a comenzar el ciclo escolar 2016-2017, sólo ocho trabajadores de la plantilla se unieron al paro nacional del magisterio y permanecen fuera de la institución en vigilancia. La directora María del Carmen López Luis denunció que fue amenazada por los profesores de la Sección 22 por permitir el reinicio de clases, pero la exigencia de 400 padres de familia la obligó a abrir.
“Amenazaron que me van a sacar arrastrando de la escuela, que me va ir mal cuando todo esto termine. De sinvergüenza y ratera no me bajan, pero pregunto: ‘¿Quién es más sinvergüenza. Los que cobramos y trabajamos o los que cobran y no trabajan?’. Abrí porque los padres me lo exigieron, así de simple”, argumentó la directiva.
A 500 metros de la primaria, en el Barrio Tagolaba, otro grupo de profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se concentró en las inmediaciones de la Secundaria Miguel Hidalgo, en espera de la llamada de la dirigencia regional para retomar las instalaciones.
En el Istmo existen más de 13 mil docentes adheridos a la Sección 22, que controlan mil 100 escuelas en 42 municipios, y dejaron sin clases a 180 mil alumnos de nivel preescolar , primaria y secundaria.