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El cardenal Norberto Rivera Carrera resaltó la importancia de cuidar la dignidad del cuerpo humano, el cual es sometido a las “profanaciones” y “envilecimiento” de la sociedad moderna, en especial el de la mujer.
“Ante las profanaciones y el envilecimiento al que la sociedad moderna somete a menudo el cuerpo, especialmente al femenino, el misterio de la asunción proclama el destino sobrenatural y la dignidad de todo cuerpo humano, como fue templo vivo del espíritu santo nuestra madre llevada al cielo”.
Al encabezar la conmemoración por la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, Rivera Carrera aseguró que el “proyecto ideal de Dios” se revela en la pareja entre hombre y mujer. “En la asunción de la Virgen podemos ver la voluntad divina de promover a la mujer. Dios de manera análoga con lo que había sucedido en el origen del género humano y de la historia de la salvación, en el proyecto de Dios, el ideal debía revelarse no en un individuo, sino en una pareja: en el hombre y la mujer”, expresó.
Dijo que la figura de María, al estar unida a la de Cristo, representa la “primicia y el modelo de la Iglesia católica”, así como su destino, puesto que anuncia “lo que será la Iglesia y lo que seremos nosotros si pertenecemos y permanecemos en Cristo”.
Destacó que la fe es indispensable parar llegar a la salvación para el encuentro con Cristo, “para que caminemos hacia la casa del padre, pero también esta virtud que muchas veces nos parece pequeña: la humildad”.
“En María, Dios ha querido mostrarnos cuán grande y profunda ha sido la obra de la redención realizada por Cristo y cuál es la gloria que puede alcanzar aquel que se deja invadir por los méritos obtenidos por nuestro redentor.
“María nos enseña el camino para vivir en profundidad el misterio de nuestra redención: la fe y humildad de nuestra Señora, tal como han sido proclamadas en el Evangelio”.
Durante la lectura de las oraciones, el arzobispo pidió a los feligreses orar por todos aquellos que viven inmersos en el miedo, la apatía y la duda, para que se les devuelva la paz; asimismo, pidió por los jóvenes para que se suscite en ellos un compromiso de servicio al interior de la Iglesia.