La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en México lamentó el asesinato del periodista Pedro Tamayo, en Tierra Blanca, Veracruz, y llamó a las autoridades a realizar una investigación pronta, efectiva e imparcial de los hechos, que permita juzgar y sancionar a los responsables, así como reparar adecuadamente el daño a los familiares de la víctima.
“Ningún ataque contra periodistas ni trabajadores de los medios de comunicación, incluyendo medios independientes, comunitarios o de cualquier otro tipo, debe quedar impune. Toda agresión debe ser investigada de manera efectiva y exhaustiva sin descartar ninguna línea de investigación, particularmente aquella que pueda estar ligada a la labor periodística”, dijo Jan Jarab, Representante de la ONU-DH en México.
En un comunicado refirió que lo que va de 2016, al menos ocho periodistas –tres de ellos ejercían el periodismo en Veracruz, otros tres en Oaxaca, uno en Guerrero y otro en Tabasco– y un colaborador de un medio de comunicación –en Michoacán– han sido asesinados.
Subraya que estos casos se suman a los 107 periodistas asesinados entre enero de 2000 y diciembre de 2015 que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado.
Según información pública en enero de 2016 Tamayo fue objeto de amenazas de muerte ante lo cual la Comisión Estatal para la Atención y Protección a los Periodistas de Veracruz (CEAPP) efectuó una evaluación de riesgo.
Dado el resultado de la misma, la CEAPP trasladó a Tamayo al norte del país. Posteriormente, de regreso en Veracruz, acordó con el periodista un nuevo plan de protección. No obstante la respuesta de la CEAPP y la protección recibida, el periodista fue ultimado el día 20 del presente mes, cuando salía de su domicilio, en presencia de su familia.
"Desde la Oficina, apreciamos las acciones de protección establecidas por la CEAPP y lamentamos profundamente que, aún con ellas, el sr. Tamayo haya sido privado de la vida. Los asesinatos de periodistas no sólo lesionan a sus familiares y seres queridos, también lastiman al gremio por su efecto atemorizante, impactan negativamente en el derecho a la libertad de expresión y privan a la sociedad de su derecho a recibir información de interés público”, mencionó Jarab.
La ONU-DH reiteró su compromiso para seguir cooperando con las instituciones y las autoridades mexicanas en el fortalecimiento de las políticas y la institucionalidad existente en materia de protección de periodistas y combate a la impunidad.
La Oficina expresó sus condolencias y solidaridad con los deudos de Tamayo y de todos los demás periodistas y trabajadores de los medios asesinados en México, así como con sus colegas comunicadores.
ahd