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natalia.gomez@eluniversal.com.mx
Al adelantar una hora el reloj y adoptar el horario de verano se economiza en el consumo de electricidad, acción que equivale a nivel nacional a apagar la luz del estado de Tlaxcala durante 12 meses, aseguró Manuel Martínez Fernández, investigador del Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM.
Este domingo inicia el horario de verano y ello permitirá, según el especialista, aprovechar más la luz natural y ahorrar la energía equivalente a 10 millones de focos durante un año en todo el país.
“Por otro lado, se envía un mensaje a la sociedad para lograr un uso más eficiente de la energía, un esfuerzo que ciudadanos y gobierno debemos hacer”, añadió.
En materia ambiental, con el horario de verano en 2015 se evitó la emisión a la atmósfera de 466 mil toneladas de bióxido de carbono.
Martínez Fernández refirió que hasta ahora las medidas se han seguido más por imposición económica que por convicción. “Se ha reducido levemente el costo del recibo de luz, eso es un incentivo económico, pero el cambio climático es el problema más grande a nivel global y se continúa con las emisiones de bióxido de carbono, óxidos nitrosos y otras partículas, originadas principalmente por los autos. El gobierno necesita invertir en acciones comunitarias, como un transporte colectivo digno, eficiente y suficiente”, propuso.
Consideró que todos debemos contribuir porque aún es pequeño el esfuerzo y falta mucho por hacer.
“Es importante cambiar la mentalidad. En Estados Unidos, un alto consumidor de energía a nivel mundial, han reducido 40% su consumo y mantenido un ligero crecimiento en su economía gracias a políticas gubernamentales. Tenemos que entrar en un ciclo así por convencimiento”.
Reiteró que el horario de verano sí ha ayudado, pero se requieren más acciones y menos autos para evitar contingencias ambientales.
Ahorro. De acuerdo con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), la aplicación del horario de verano en el país durante 2015 permitió un ahorro en el consumo de energía eléctrica de mil 46.47 gigawatts hora (GWh) y una demanda evitada de 672 megawatts (MW), el equivalente a la capacidad instalada de la planta hidroeléctrica La Yesca, en Nayarit.
Según esta información, en términos económicos las cifras representan un ahorro en consumo de mil 470 millones de pesos, energía que sería suficiente para abastecer el consumo eléctrico de 602 mil casas habitación durante todo un año con un consumo promedio de 289 kWh al bimestre.
También se puede comparar al consumo de energía de 9.18 millones de lámparas ahorradoras prendidas las 24 horas durante un año. El horario de verano no aplica para Sonora y Quintana Roo, ni para los 33 municipios de la franja fronteriza norte, donde se aplicó el cambio de hora desde el pasado 13 de marzo.
La aplicación en México empezó en 1996, por un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero. El país contaba ya con experiencias previas en materia de cambio de horarios estaciónales en el estado de Baja California, donde se cambia a ese horario desde 1942.
Yucatán en 1981 y Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas en 1988 establecieron cambios de horario para aprovechar más la luz del día, pero después de un año derogaron la medida debido al desfase crítico que se presentaba en las correspondencias horarias con el resto del país.