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Andrea Sachi Díaz Villaseñor, investigadora del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la UNAM, aseguró que la exposición de contaminantes a los que se enfrentan a diario las personas, incrementan la posibilidad de desarrollar enfermedades como la diabetes y el sobrepeso.
Durante su participación en el primer día de actividades del Taller Jack F. Ealy de Periodismo Científico, quinta edición UNAM 2016, la investigadora dijo que los estudios han arrojado que estas enfermedades dependen del estilo de vida y ahora también de los contaminantes que existan en el aire, pues los desechos de las industrias, y la producción de sustancias también alteran el metabolismo.
Más tarde, en otra participación, Lorena Aguilar Arnal, investigadora del Departamento de Biología Celular y Fisiología del IIB, comentó que las investigaciones hechas en su área han determinado que la obesidad está íntimamente ligada al ritmo circadiano, (que es el reloj biológico humano que regula las funciones fisiológicas del organismo para que sigan un ciclo regular que se repite cada 24 horas, y que coincide con los estados de sueño y vigilia).
De acuerdo a estudios, el sueño y la vigilia están asociados a los estímulos de luz, que el cerebro asocia con una mayor actividad fisiológica mientras que, en la oscuridad, se inhiben estas funciones.
Para la investigadora, las nuevas tecnologías como las luces led, que se asemejan a la luz del sol, y que son usadas en las tablets y celulares, pueden afectar el metabolismo de la persona y derivar en problemas de sobrepeso.
Explicó que los jóvenes que usan estas nuevas tecnologías y los trabajadores que laboran por la noche, son los más susceptibles a la exposición de esta luz azul, que provoca alteraciones en el metabolismo.
"Somos lo que comemos y cuando lo comemos es la frase que refleja las implicaciones del Reloj Circadiano", destacó la investigadora.
Dijo que contar con un reloj circadiano inestable afecta el metabolismo y se puede reflejar en la apariencia física, adquiriendo una mayor masa muscular.
Lorena Aguilar, explicó que los órganos del cuerpo humano cuentan con un reloj endógeno que debe sincronizarse y cuando las actividades que realizamos son modificadas continuamente, como las horas de sueño, las horas de consumir alimento o los tipos de alimentos influyen en el metabolismo.
Explicó que en experimentos realizados con roedores se obtuvo que el alimento ingerido en horas de inactividad provocan un riesgo mayor de contraer enfermedades y peso.
"A quien se le alimentó de manera proporcional a lo largo de las 24 horas registró menos fuerza y agilidad y por el contrario a quien se le dio de comer únicamente en las 12 horas de actividades mostró una condición más saludable", destacó.
Con la llegada de nuevas tecnologías, Lorena Aguilar, concluyó que la solución es "fomentar mejores hábitos de vida para tener una vida más sana".
En su participación, Norma Bobadilla Sandoval, investigadora titular del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental, habló sobre el diagnóstico oportuno de la lesión renal aguda.
Dijo que México es uno de los países con mayores probabilidades de tener en su población la enfermedad renal crónica, debido a que nuestro país tiene altos índices de diabetes que pueden ocasionar daños al riñón.
Indicó que las investigaciones que realizan van en la búsqueda de tener un tira reactiva que al colocársela al paciente hospitalizado, "nos pueda informar si tiene lesión renal aguda", lo que ayudaría a reducir este problema de salud.
Por su parte, José Luis Díaz, investigador de Historia y Filosofía de la Medicina apeló a conducir la labor periodística a terrenos más profundos. "El periodista científico debe ser un crítico de la ciencia".
Desde su análisis, la comunicación científica tiene el objetivo de realizar explicaciones e interpretaciones de los hechos, descubrimientos y modelos científicos, y por ello, resaltó, la importancia de que el periodista tenga un amplio bagaje cultural, así como el apoyo en el valor literario y dejar de lado la mera divulgación de los hechos.
