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El cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que todo se encuentra listo para la visita del Papa y dijo: “Ya hasta rezamos por él”, después de entregar juguetes a los niños que asistieron a misa dominical con motivo del Día de los Reyes Magos.
En la homilía en la Catedral Metropolitana, el también arzobispo de México habló sobre los problemas que enfrentan los menores en el mundo, los cuales son víctimas de la violencia, ya sea por guerras o abandonados por sus propios padres.
Durante la misa el cardenal estuvo acompañado del obispo de Campeche, Francisco González, y el rector del Pontificio de San Anselmo, Juan Javier Flores.
“Ustedes habrán visto que algunos niños presumen que son hijos de fulano de tal o de mengano... los adultos con frecuencia presumimos los títulos o los grados académicos. Lo que realmente deberíamos presumir es nuestro mayor título: ‘hijo de Dios’, pero no sólo presumirlo, sino como Jesús, con las obras demostrarlo”, pidió durante la misa.
Sin embargo, afirmó el cardenal, no todos los menores pueden disfrutar de su niñez, ni descubrir el gran regalo que han recibido de ser hijos de Dios.
“Sí es cierto que un niño es la alegría no sólo de sus padres, sino también de la Iglesia y de toda la sociedad, también es cierto que en nuestros días muchos niños, por desgracia, sufren o son amenazados en varias partes del mundo”, destacó.
El cardenal dijo que padecen hambre y miseria, mueren a causa de las enfermedades que fácilmente podrían ser curadas o por desnutrición, tienen que emigrar en condiciones infrahumanas, no tienen posibilidad de recibir educación, perecen víctimas de la guerra, son abandonados por sus padres y condenados a vivir sin hogar, privados de esta manera del calor de una familia propia.
“Los niños soportan muchas formas de violencia y de abuso por parte de los adultos y lo que es peor, muchos menores mueren en el seno de su madre, asesinados por quienes más los debían cuidar”, señaló.
Al término de la misa, se invitó a todos los niños presentes a pasar por su regalo que fue entregado por el cardenal Norberto Rivera y el obispo de Campeche, Francisco González.
A diferencia de otros años, en éste la presencia de niños fue menor. Pelotas, dulces, muñecas y carritos fueron algunos de los juguetes que ayer se entregaron a los menores de edad en la Catedral Metropolitana.
