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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida al gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, por dos casos de violencia obstétrica y violaciones al derecho a la protección de la salud materna, en agravio de dos mujeres, de 40 y 16 años de edad, que perdieron a sus respectivos productos en los hospitales Comunitario de Nacajuca, y General de Macuspana, dependientes de las autoridades estatales.
La CNDH recomendó al gobernador de Tabasco reparar el daño ocasionado a las víctimas, el cual debe incluir la indemnización, rehabilitación y atención tanto médica como sicológica de seguimiento por la responsabilidad institucional en que incurrió el personal involucrado en los hechos.
Así como, presentar ante el Congreso del estado la iniciativa de ley para la atención a víctimas, para contar con un Registro Estatal y un fondo para la atención y apoyo.
En el caso de la joven de 16 años, la CNDH consideró que el trato que recibió no atendió a su condición de menor de edad.
El organismo instruyó que se diseñen e impartan cursos y/o talleres de capacitación y formación en materia de derechos humanos, con perspectiva de género, dirigidos al personal de hospitales y centros de salud de las jurisdicciones sanitarias de Nacajuca y Macuspana, a fin de prevenir la violencia obstétrica y se dé observancia a las Normas Oficiales Mexicanas.
Pidió que se solicite al personal médico de estas jurisdicciones sanitarias una copia de la certificación y recertificación que hayan tramitado ante los Consejos de Especialidades Médicas para acreditar la actualización, experiencia y conocimientos con la finalidad de brindar un servicio médico adecuado y profesional.
En el primer caso, la mujer de 40 años de edad tenía 35 semanas de gestación y acudió el 29 de abril de 2014 al Hospital Comunitario de Nacajuca.
En el segundo caso, la menor de 16 años tenía 13 semanas de embarazo y presentó sangrado vaginal, así como dolor abdominal, por lo que el 6 de mayo de 2014 fue al Hospital General de Macuspana.
Previa revisión, el personal médico le prescribió algunos medicamentos y la práctica de un ultrasonido, el cual no fue posible llevar a cabo, pues el personal se había retirado del nosocomio, por lo que le dijeron que regresara a su domicilio.
Al día siguiente la hicieron esperar por varias horas y cuando fue atendida se percataron que había perdido al producto, por lo que le indicaron que ya “no podían hacer nada”.
