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julian.sanchez@eluniversal.com.mx
Cerca de 12 millones de personas en México padecen diabetes tipo II y la incidencia en el país es más alta en las mujeres, 442.23 por cada 100 mil, y en los varones 326.81 casos, subrayó Manuel Lavariega, gerente médico de Sanofi, quien precisa que sólo 6.4% de las personas tienen diagnóstico y de ese universo 76% cuenta con tratamiento.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, el especialista subraya que de acuerdo con el Atlas de la Federación Internacional de Diabetes, en 2013 México ocupaba el sexto lugar a nivel mundial respecto al número de pacientes con la enfermedad; señaló que de seguir la tendencia de aumento, como hasta ahora, en el año 2035 el país estará en el quinto lugar, con cerca de 16 millones de personas afectadas.
“Es muy importante poner cuidado, tanto nosotros como médicos y la población en general, para eliminar los factores de riesgo y tener una vida saludable, con una adecuada alimentación, realizar ejercicio físico, educación y accesar a información sobre ese problema de salud pública”, comentó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cerca de 350 millones de personas en el mundo tienen diabetes, una enfermedad crónica que ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no puede utilizar eficazmente la que produce para ayudar al cuerpo a metabolizar el azúcar que se forma a partir de los alimentos que se consumen.
El organismo internacional precisa que en 2012 el padecimiento fue la causa directa de 1.5 millones de muertes y que en 2030 se espera un panorama más difícil.
Enfermedad multifactorial. Lavariega destaca que actualmente no se conocen las causas, pero existen varios factores de riesgo como la obesidad, mala alimentación, inactividad física, edad avanzada, antecedentes familiares de diabetes y alta glucosa en la sangre durante el embarazo.
Indica que de la diabetes tipo II los síntomas son similares a los de la conocida como tipo I, aunque son menos intensos porque el diagnóstico se da después de varios años de evaluación y por ende se han presentado algunas complicaciones.
Lavariega resaltó que se deben hacer a un lado mitos en torno a este padecimiento, como los referentes a los tratamientos —como el de la insulina—, en el sentido de que si alguno u otro puede dejarlos ciegos, favorecer que los amputen, los haga subir de peso o tener alguna enfermedad renal.
“Los mitos están relacionados a las complicaciones, obviamente los pacientes pierden el apego al tratamiento o no aceptan alguno específico por la creencia de que pueden tener alguna complicación secundaria”, señaló.
Cambio de hábitos. Marcela Reynoso, a quien le informaron en 2010 que padecía diabetes, subraya que cuando el médico le notificó, “sentí como un balde de agua fría, porque me comentó: ‘Bienvenida al club de los diabéticos’, eso y cómo me lo dijo no me gustó, representó un gran choque para mí.
“Ahora siento que esta enfermedad me ha ayudado en muchas cosas, porque cambié mi forma de alimentarme, adelgacé y tengo una mejor relación con mi familia”, apuntó.
“Hasta mi esposo o mis hijos me recuerdan que tengo que ir a mi caminata”, señala Marcela, quien tiene 64 años de edad.
“Todos nos vamos a morir, pero tenemos que hacerlo de una manera digna. Una cosa muy importante para los que tenemos diabetes es que debemos cuidarnos para estar bien, y no dar problemas a la familia. Tenemos que cuidarnos todos, aunque no sean diabéticos, como que me da coraje cuando pienso que sabía que tenía antecedentes familiares de diabetes, por qué no me cuidé”, señala.
Marcela Reynoso insiste en la importancia de que las personas deben informarse sobre esta enfermedad. “No sé si ya la tenía desde antes, porque ya me sentía mal, y no sabía por qué, hasta que pasó un tiempo y me mandaron a análisis, y resultó que tenía diabetes “a partir de entonces fui al doctor, el primero que tuve no fue muy sensible, no supo manejar mi estado de ánimo y que te digan bienvenida al club de los diabéticos, eso no es agradable”.