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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
En centros federales de readaptación social persisten tratos como maltrato físico, insultos y amenazas que no han sido atendidos por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS).
Según el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, de las 106 situaciones de riesgo que se habían detectado en los penales federales persisten 52.
En un informe de seguimiento dirigido al tit ular del OADPRS, José Rodríguez Calderón, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer lo anterior.
Se visitaron el Cefereso 1 Altiplano, en Almoloya de Juárez; 2 Occidente, en El Salto, Jalisco; 4 Noroeste, en Tepic, Nayarit; 5 Oriente, en Villa Aldama, Veracruz; 6 Sureste, en Huimanguillo, Tabasco; 7 Nor-noreste, en Durango, Durango; 8 Nor-poniente, en Guasave, Sinaloa; 9 Norte, en Ciudad Juárez, Chihuahua, y el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, en Ciudad Ayala, Morelos.
Entre las situaciones de riesgo se detectó insuficiente personal y falta de capacitación del mismo, falta de separación entre procesados y sentenciados, trato inadecuado y prepotente del personal e insuficiencia y mala calidad de alimentos e inadecuada atención de áreas técnicas a internos sancionados.
El organismo indicó que las irregularidades también consisten en la falta de programas para atención de personas con adicciones, personal médico insuficiente, retraso en consultas, instalaciones inadecuadas para personas con discapacidad física, falta de actividades ocupacionales, deportivas y laborales, deficiencias en la comunicación familiar y al exterior, relacionadas con los horarios y espacios para visitas
Por ejemplo, en El Altiplano los internos señalaron que el procedimiento de ingreso de sus familiares es muy tardado, lo que reduce hasta en tres horas el tiempo de la visita.
En el Cefereso 2, Occidente, los internos acusaron maltrato físico, insultos, humillaciones y/o amenazas de parte de los servidores públicos de esa institución.
A los internos sancionados se les suspende la atención de las áreas técnicas, la seguridad y custodia es insuficiente y el personal médico no ha recibido capacitación sobre Protocolo de Estambul.
En el Cefereso de Tepic, también se halló maltrato físico, insultos, humillaciones y amenazas de parte de servidores públicos.
El penal de Villa Aldama, Veracruz, no cuenta con programas contra las adicciones ni para el tratamiento de desintoxicación, mientras que en el Centro Federal de Readaptación Social 6 Sureste, en Huimanguillo, Tabasco, también presenta maltrato físico, insultos, humillaciones y amenazas de parte de servidores públicos, además que el personal médico y los medicamentos del cuadro básico son insuficientes.
En el Cefereso de Durango carecen de actividades laborales remuneradas, no cuenta con área de ingreso ni de protección y la certificación de integridad física de las personas privadas de la libertad de nuevo ingreso se práctica sin privacidad.
En el Centro Federal de Readaptación Social Nor-poniente, en Guasave, Sinaloa, se observó que los alimentos son insuficientes y de mala calidad, los internos no tienen libre acceso al agua debido a que no se permite el ingreso de garrafones y cuando lo requieren tienen que solicitarlo al personal de seguridad.
En el Cefereso 9, en Ciudad Juárez, Chihuahua, los internos sufren maltrato, amenazas y los servicios sanitarios carecen de regaderas. Mientras que en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, en Ciudad Ayala, Morelos, carecen de reglamento interno y el personal médico no supervisa la preparación de alimentos ni la higiene de dormitorios.